La lengua como castigo del cuerpo, por Simón Boccanegra
«Ya no sólo es el apoyo a la guerrilla colombiana, ahora el apoyo a movimientos violentos en Bolivia y Ecuador y más allá en Centroamérica. También la protección a delincuentes internacionales y vemos incluso cómo sin ningún tipo de vergüenza hasta funcionarios de altísimo rango se atreven a mentir descaradamente». Estas frases no son de ningún opositor hablando del gobierno, sino del mismísimo Hugo Chávez resumiendo los elementos de la «conspiración internacional» contra él. El punto es, sin embargo, que sobre cada una de esas cosas hay agraviados en los países mencionados. Pastrana, Banzer, Noboa y ahora Flores, el salvadoreño, en distintos momentos han expresado molestia por conductas poco claras de enviados venezolanos en esos países. Para jugar en las Grandes Ligas hay que ser un big leaguer. Los amateurs deben abstenerse. Por supuesto que Hugo no se estaba refiriendo a Rangel, Dávila, Miquilena y Pedro Carreño con eso de los mentirosos de «altísimo rango». Cualquier semejanza es pura coincidencia.