‘La llama se mantiene viva’ en Cuba, dos años después del #11Jul de 2021
Se cumplen este jueves dos años desde las protestas del 11 de julio en Cuba, durante las cuales más de 1.800 personas fueron detenidas. Aún siguen presos más de 700 cubanos según asociaciones de defensa de derechos humanos. RFI habló con dos figuras de las revueltas, desde Cuba y desde el exilio.
Texto: Achim Lippold y Orlando Torricelli
El 11 de julio de 2021, miles de cubanas y cubanos salieron a las calles, en varias ciudades de la isla, exigiendo un cambio en las condiciones de vida.
Protestaban contra la escasez de alimentos, de objetos de higiene personal y medicinas, contra la falta de electricidad y las medidas para “controlar” los contagios de Covid-19. Sumado todo esto a las históricas restricciones de la libertad de expresión.
“Fue la primera manifestación espontánea en Cuba, en este caso contra un régimen”, recuerda Manuel Cuesta Morúa, vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática.
“El régimen de 62 años había construido una malla sólida de represión y de contención sobre la sociedad cubana. Se acumularon una cantidad de eventos a lo largo de todos estos años y ese día explotaron de manera espontánea en un pueblo a las afueras de La Habana. Se extendieron como una chispa por todo el país”, cuenta.
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«La gente sigue protestando» en Cuba
Pero el descontento continúa, dice a RFI Hamlet Lavastida, artista plástico refugiado en Berlín. “Ha habido varias manifestaciones después del 11 de julio”, dice. “Hubo una en el 2022, a raíz de la poca atención que da el gobierno a las infraestructuras cuando ocurren huracanes y eventos naturales. Se están dando manifestaciones constantemente por falta de agua. Son pequeñas manifestaciones pero que tienen mucho impacto en las redes sociales y acaba habiendo muchísimas penas de encarcelamiento para los que protestan”, detalla Lavastida, recordando que el gobierno cubano aprobó un nuevo Código Penal.
“Hace escaza la protesta”, recalca. “No obstante eso, la gente sigue protestando poco a poco y es como una llama que se mantiene viva”.
A pesar de las numerosas solicitudes, el gobierno cubano se niega a permitir la entrada a organismos internacionales y organizaciones independientes para que puedan documentar la situación en materia de derechos humanos.