La maestra Olga Salazar de Sanabria, por Rafael A. Sanabria M.
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Olga Salazar Briceño de Sanabria tiene 87 años de vida, vive rodeada del afecto de sus hijos, nietos, bisnietos y demás familiares. Es Olga Salazar una conspicua representante del magisterio venezolano, difusora por doquier de su noble misión pedagógica, insigne maestra que es luz y sal de la tierra. Su fruto ha brillado e iluminado por distintos rincones del país, está diseminado por todo el territorio nacional.
Maestra integral, mujer que supo cumplir con su deber, entregada a la formación total del estudiante, tanto en lo intelectual como lo espiritual. Su conducta ha sido proba, pero con mano dura para enseñar caminos ciertos.
Con ella se aprende a filosofar y a desentrañar el buen uso del idioma, se aprenden lecciones de honor y de grandeza, de orgullo no de vanidad, de altivez no de servilismo, de honestidad no pudibundez, de patriotismo no patriotería y sobre todo se aprende con solo verle, el ejemplo de sus acciones cada día reiterada en el hogar, en la calle o donde uno se tope con la renombrada educadora.
Nació en la población de El Consejo el 3 de marzo de 1937, hija del modesto hogar de Francisco Salazar, recordado Prefecto de El Consejo y de Amalia Briceño. Sus hermanos: Isabel Teresa y Luis Antonio Salazar Briceño. Ella la primera enfermera graduada de nuestro pueblo y él descollante representante del magisterio venezolano.
Cursa sus estudios de primaria entre la escuela de niñas Francisco Conde y Federal Juan Uslar. En su afán de superación se traslada a la ciudad de Caracas a cursar estudios en la Escuela Normal Gran Colombia, donde egresa en 1955 con su flamante título de maestra normalista. Comienza a laborar en el Grupo Escolar Juan Uslar, que estaba recién fundado por esa época, posteriormente labora en otras instituciones de Venezuela, entre ellas el Grupo Escolar Machado Cisneros, donde fue cofundadora, y directora del Grupo Escolar Rubén Darío. Realizó cursos de mejoramiento profesional en el Centro de Capacitación Docente El Mácaro. Laboró para industrias de la región como alfabetizadora de adultos.
Alberga en su memoria un sinfín de recuerdos de aquellos apacibles años de juventud, en su provincial pueblo natal, donde sus calles, sus esquinas y rostros nunca le han sido indiferentes. Se erigió reinal de Carnaval del recordado Club Social y Deportivo Tamayra en la década de los 50, institución de grata recordación.
Contrae nupcias con Rafael Antonio Sanabria (educador) el 4 de enero de 1956 (civil) y 28 de enero de 1956 (religiosa), en cuya unión llevan 65 años de ejemplar vida matrimonial, institución que ha sido difusora de valores y principios dignos de emular. Fruto de su unión nacen: Luis Rafael, Francisco Antonio, María Carolina y Olga Cristina Sanabria Salazar.
Para Olga Salazar de Sanabria, el hogar y el magisterio han sido sus más caras obras, a las cuales le ha puesto su mayor empeño y prueba de ello forjó para la sociedad discípulos útiles y un hogar dechado de virtudes.
Esta connotada maestra merece nuestro reconocimiento por el grandioso ideal educativo que consagró a su pensamiento, por su fecunda obra, por el modo brillante con que la realizó y por su fama tan alta y tan legítima, es una de las heroínas nobles del pensamiento y la civilización. Ella formó y educó los caracteres de muchos hombres que son guía y sostén de los destinos de la patria.
Su vida, tan honesta y pulcra, sin un reproche en la conciencia, la ha consagrado toda entera al bien de la humanidad. Su nombre es digno de emular por el magisterio actual, timbre de gloria del progreso intelectual de Venezuela, estímulo generoso para las generaciones venideras, ejemplo vivo de cuánto puede el hombre, cuando guiado por un ideal excelso, con voluntad constante y con método apropiado, enfocó su pensamiento con todas sus potencias a la realización de una obra máxima de patriota eficiencia.
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Olga es mensaje de mujer laboriosa, democrática y emprendedora, digna de la evocación actualizada y justiciera.
El magisterio tiene en ella un valor aquilatado, digno de rememorar.
Olga sendero, verdad y luz.
¡Feliz día del maestro!
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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