La militarización del MRE, por Simón Boccanegra
Si usted se pregunta por qué el ministerio de Relaciones Exteriores se ha vuelto casi fantasmal y menos que un cero a la izquierda en estos tiempos de frenéticas iniciativas internacionales del dromomaníaco Hugo Chávez (ojo: dromomanía no es un insulto sino el nombre clínico que designa a la manía del movimiento, a la manía de los viajes), no tiene sino que echarle un vistazo a la composición de su cuerpo directivo. Nadie allí ha sido preparado para el ejercicio de la función diplomática, sino para la contraria, para la de la guerra. Veamos. Ministro: coronel Luis Alfonso Dávila; Viceministro: general (activo) Arévalo Méndez Romero; Director de Gabinete: capitán Jesús Alberto García Rojas (por cierto, primo del ministro); Director de Personal, teniente coronel Miguel Madriz Bustamante; Director de Administración: coronel César Méndez; Director de Presupuesto y Organización: teniente coronel Omirio Moncada Romero (primo del viceministro Méndez Romero); Director General de Soberanía, Limites y Asuntos Fronterizos: general Alfonso Adolfo Núñez Vidal. No discuto la mayor o menor competencia de estos caballeros. Pero, ¿qué fue de la carrera diplomática?