La ministra adoctrinante, por Simón Boccanegra
La profesora Maryan Hanson, ministra de Educación, ha encontrado una muy original manera de, digamos, adular a «su» comandante. De acuerdo con su muy peculiar punto de vista, el «comandante eterno» debe aparecer en los libros escolares de texto «porque él fue el autor de los libros».
No porque sea una figura histórica, que, como todos sus antecesores en el cargo, debe figurar en los libros de historia, sino porque Chávez recuperó el ideario bolivariano y entonces, un tanto retadoramente, nos interpela: ¿»Por qué no lo vamos a colocar allí»? Muy exquisita la cosa, ciertamente. Quien pase por alto la metáfora, podría pensar que Chávez redactó personalmente todos y cada uno de los textos que utilizan nuestros escolares en sus estudios.
Se cuida la ministra de aclarar que, de todos modos, apenas un 4,8% de los textos aparece referido a Chávez, pero como sus «ideales» (comillas de la dama en cuestión) están presentes en todos los libros, el templón es válido, y debe metérsele dondequiera que quepa. «Hay que darle los créditos a quien los tiene», dice la ministra. «Y él los tiene», subraya, como si quedara alguna duda de por dónde andan sus pareceres sobre el interfecto. «o si soy fiel al presidente Chávez y, si, le rindo culto, y qué, ese es mi problema». Si, es el suyo, pero no el de sus alumnos. Como si el hombre no tuviera otras cosas que hacer, la ministra insiste: «Él mismo revisaba los contenidos y nos dio la pauta en términos de corrección de imágenes, de revisión de cosas, de datos históricos…» Entonces, por si no fuera suficiente, se cuida de aseverar que sí, que hay adoctrinamiento en los textos, pero, en fin de cuentas, «más adoctrinante que la escuela capitalista no hay», que es exactamente la que ella utiliza para sus clases.
Con lo cual queda claro que la ministra Hanson, a plena conciencia, se dedica a adoctrinar a sus alumnos con lo más adoctrinante que existe que es, según sus palabras, «la escuela capitalista».
Todo claro como el agua.