La niña Jesús, por Rafael A. Sanabria M.
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Érase una vez una pareja de embarazados, a los que les encantaba dibujar. Paseaban un día por Boca de Aroa, un pueblo playero con grandes extensiones sembradas de cocoteros. Ese día hicieron un precioso dibujo de la niña que soñaban para ellos.
Cómo me gustaría poder ir al portalito, pensaba la pareja para llevarle nuestra suplica y regalo al Niño Jesús, igual que a los Reyes Magos.
Esa noche, mientras el rocío caía suavemente al otro lado de la ventana de la posada, la pareja se fue a la cama muy feliz.
Cuando volvieron a abrir los ojos… ¡de repente… se encontraron frente a su cama un establo iluminado por una estrella brillante!
Lo curioso es que allí, en aquel pesebre cubierto de paja para darle un poco de abrigo, no vieron a un niño, sino a una niña Jesús con los ojos más bonitos e inocentes que hubieran visto en su vida. La Virgen María y San José le miraban con una gran sonrisa, muy felices de estar todos juntos.
La pareja se acercó con timidez a la Sagrada Familia y la Virgen María con la voz más dulce les dijo: El regalo más valioso es aquel que se da con amor.
La pareja se despertó en su cama, de nuevo sintiendo una gran felicidad y calidez por dentro. Aprendieron que para Dios no hay imposibles, para Él no importa si el regalo es pequeño o sencillo. Siempre que se dé con amor, seguro que será grande ante los ojos de Dios.
Esa Navidad la pareja compartió su amor y su dibujo con toda la familia: AROA su pequeña niña Jesús.
Con lo que cada rincón de su hogar se llenó de amor y felicidad.
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¡Feliz Navidad a todos!
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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