La omisión de la verdad, por Naky Soto
Autor: Naky Soto
Este sábado, Delcy Rodríguez como representante de la ANC -instancia impuesta por Nicolás de manera fraudulenta, rechazada por más de 40 países y organismos internacionales- leyó un comunicado de otro invento del Ejecutivo, la comisión de la verdad, que recomendó la excarcelación de opositores arrestados durante las protestas de 2014 y 2017, contraviniendo todas las declaraciones de Diosdado Cabello sobre la imposibilidad de liberar a algún preso político. Rodríguez enfatizó que los potenciales beneficiarios (de jurisdicción civil y militar) de las medidas sustitutivas de libertad, deberían presentarse ante la comisión para declarar sus “intenciones fascistas”, además de realizar trabajo comunitario. Así, el Gobierno venezolano reconoce la existencia de presos políticos, liberando arbitrariamente a quienes encarceló de igual forma, condicionando su libertad a la autoacusación (porque la humillación es crucial para la dominación política), sumando otra escala a la violación de sus derechos humanos, a esos expedientes que no prescriben; demostrando que la libertad es una decisión política y no depende del sistema de justicia.
Los expeditos
El fiscal general impuesto, Tarek William Saab, y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, informaron la activación de fiscales y tribunales para tramitar la decisión de la ANC para liberar con medidas cautelares a un grupo de presos políticos. De Saab siempre rescataré sus graves errores de sintaxis, esos que le llevan a decir verdades, como su tuit resumen de la decisión comunicada hoy: “La comisión por la verdad (…) continuará su labor de revisar todos los casos a que haya lugar, vinculados a la violencia política que sacudió a Venezuela en aras de alcanzar la reconciliación y la concordia nacional”, es decir, el Fiscal reconoce que las protestas tenían por objeto alcanzar la reconciliación. En todo caso, ambos se esforzaron por demostrar cómo funciona el engranaje de unos poderes públicos al servicio del Ejecutivo, sin independencia ni autonomía.
La inquisición
Personas detenidas arbitrariamente, que han permanecido encarceladas y en muchos casos aisladas, violando todo principio del debido proceso, sin juicios y sin condenas, tuvieron que presentarse en la Casa Amarilla para ser humilladas y con eso, recibir el beneficio de medidas cautelares para su liberación. Lástima que la comisión de la verdad no determinara la investigación de las instancias que mantuvieron cautivas a tantas personas sin juicio, en investigar a los responsables de sus casos. Que los presos políticos tuvieran que sentarse a escuchar a Delcy no revierte la ilegitimidad de la ANC, solo confirma que en Venezuela no hay instituciones, ni separación de poderes y mucho menos justicia. Si esta acción se desprende de las negociaciones en República Dominicana, el cuidado de las formas debió tomarse en cuenta, porque la soberbia del método desbarató cualquier acercamiento a un acto de buena voluntad. Sin embargo, el canciller dominicano, Miguel Vargas, pronóstico de inmediato un mejor escenario para el diálogo, declarando que esto “es un impulso” y que así el Gobierno “deja expresada su disposición de continuar con el diálogo de negociaciones para alcanzar un acuerdo mediante una solución pacífica, democrática y estable”.
Ingratos
Hoy Delcy Rodríguez, que no es canciller ni ostenta cargo diplomático alguno, anunció que el Gobierno declaró como persona non grata al encargado de negocios de Canadá, Craib Kowalik, “por su permanente, insistente, grosera y vulgar intromisión en los asuntos internos de Venezuela”. Igual tratamiento obtuvo el embajador de Brasil, Ruy Pereira, “hasta que se restituya el hilo constitucional que el Gobierno de facto vulneró en el caso de este hermano país”. En términos diplomáticos, esto supone la expulsión del país de ambos funcionarios. Ninguna misión diplomática ha hecho pública una bitácora tan minuciosa sobre la vorágine institucional que hemos vivido los venezolanos como el Gobierno canadiense. Su mensaje más reciente atendía al decreto de la ANC de forzar a ciertos partidos políticos a volver a registrarse entendiéndolo como otra amenaza al derecho de los venezolanos a elegir libremente, afirmando: “Mientras la ANC socava la democracia en Venezuela, la situación humanitaria empeora”. El Gobierno brasileño declaró que de confirmarse la decisión, aplicará las medidas de reciprocidad correspondientes, a la par que criticó el carácter autoritario de Nicolás y “su falta de disposición para cualquier tipo de diálogo”.
Liberados hasta ahora
La cifra de beneficiarios ha variado a lo largo del día. Empezaron con los 80 anunciados por Delcy, que minutos después Saab redujo a 69, aunque a la Casa Amarilla trasladaron muchos menos. La espera de los familiares en las puertas de la sede del Sebin en El Helicoide ha sido muy cruel, el suspenso por la libertad que nunca debieron perder mientras el Ejecutivo demuestra que puede hacer con los presos políticos lo que le de la gana. Fueron liberados 12 de los 14 Polichacao, con boleta de excarcelación desde agosto de 2016. Liberaron al profesor Carlos Pérez y al estudiante Héctor Alejandro Zerpa (presos desde 2014); al ingeniero Juan Miguel De Sousa supuestamente con la condición de que se vaya a Portugal. Luego salieron Betty Gossi, Danny Abreu, Andrea González y Carmen Salazar. Más tarde salieron Leonel Sánchez, Rafael Liendo, Ronny Navarro y Víctor Ugas, presos por tuitear. El proceso va a cuentagotas. A los liberados se suman los hermanos Francisco Alejandro y Francisco José Sánchez, militantes de Primero Justicia, en circunstancias que su partido no explicó. Obviamente, mañana tendremos una lista actualizada.
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La libertad condicionada no es suficiente. La justicia demanda procesos contra estos que hoy juegan a ser benevolentes, los responsables de las detenciones arbitrarias, del mantenimiento de encarcelados sin juicios; de cada uno de sus esbirros que ha violado sus derechos humanos: oficiales del Sebin, fiscales, jueces y de cada “autoridad” que se valió del aparato de propaganda para acusarlos y condenarlos, vulnerándoles la vida. Aunque no son libres, hoy estarán con sus familias y eso es un cambio invaluable.
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