La OMS enlista la adicción a los videojuegos como enfermedad mental
La adicción a los videojuegos entra en la categoría de «uso de sustancias o comportamientos adictivos», mismo parámetro que utilizan para calificar el trastorno por adicción a los juegos de azar, una enfermedad denominada «ludopatía»
Desde que los videojuegos se constituyeron como industria, a mediados de la década de 1970, no han dejado de crecer. Actualmente conforman uno de los mercados más importantes del mundo, llegando a facturar 180.300 millones de dólares durante 2021.
Con el progreso de la industria, cada vez más jóvenes invierten más tiempo y dinero —propio o de sus padres— en consumir videojuegos. Como consecuencia, los casos de adicción aumentan año tras año.
Después de registrar más de 1,6 millones de casos clínicos de adicción a los videojuegos, pertenecientes a más de 90 países, la Organización Mundial de la Salud decidió integrar en 2018 esta patología a su Clasificación Internacional de Enfermedades.
Esta decisión entró en vigencia cuatro años más tarde y finalmente se hace oficial la inclusión de la adicción a los videojuegos como una «enfermedad mental».
De esta manera, ahora la adicción a los videojuegos entra en la categoría de «uso de sustancias o comportamientos adictivos», mismo parámetro que utilizan para calificar el trastorno por adicción a los juegos de azar, una enfermedad denominada «ludopatía».
«La adicción a los videojuedos se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego perisstente o recurrente (a juegos digitales o videojuegos) que puede ser a través de internet o fuera de ella», detalló la OMS.
Detallan que entre los rasgos que distinguen a las personas que sufren de este trastorno, destacan la falta de control sobre el juego, el aumento de la prioridad sobre actividades vitales y la continuación de la actividad pese a enfrentar consecuencias negativas para la vida de la persona.
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De acuerdo con el organismo, se trata de la primera revisión que se realiza en más e 30 años. Creen que catalogar estos casos como una enfermedad permitirá hacer más visible la enfermedad y evaluar la magnitud del problema.
Actualmente, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) contiene unos 17.000 códigos únicos y más de 120.000 términos codificables para clasificar adecuadamente patologías de distinta índole.
Más de 35 países utilizan oficialmente esta clasificación, que permite a profesionales de la salud compartir información estandarizada en todo el mundo.
