La originalidad, una de las claves para posicionar un negocio, por David Somoza Mosquera
Uno de los principales desafíos que enfrenta una empresa es lograr que los consumidores tengan una buena imagen de ese negocio o de las marcas que comercializa porque es lo que determinará sus preferencias. De allí que sea vital diferenciarse de la competencia: el objetivo, sobre todo, es que los potenciales clientes sepan que lo que se ofrece es distinto y tiene un valor agregado.
En este sentido, el posicionamiento de un negocio en el mercado va asociado con diversos factores y un elemento clave es precisamente la originalidad, entendida como la capacidad que tiene para presentar productos novedosos o, los mismos que ya existen, pero de una manera distinta y atractiva con respecto al resto de los competidores.
Está comprobado que de nada sirve ofrecer un producto o servicio que ya está en el mercado si no tiene un elemento diferenciador que atrape el interés del consumidor. No tomar en cuenta esto significa pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos para una empresa.
Sin embargo, no solo desde el punto de vista del producto es importante diferenciarse de la competencia. La comunicación y los mensajes que transmita la organización también deben ser novedosos, pues son los que lo harán visible ese producto ante los consumidores y que destaque, precisamente, del resto de la oferta. Es decir, se debe exaltar esa diferencia.
Ahora, una buena estrategia para alcanzar esos objetivos radica en hacer un estudio del mercado que se quiere conquistar o de lo que, ya existiendo, quiere el consumidor final de ese bien o servicio.
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Los resultados que arroje el estudio son importantes que se pongan en práctica para alcanzar los objetivos que se ha propuesto la empresa que es posicionarse en el mercado. Además, al conseguirlos, la organización será más rentable y competitiva.
Pero lo anterior es solo una etapa del proceso. Para hacerlo más efectivo es necesario que la organización emprenda otras acciones, como establecer un plan que permita comercializar el producto, en el que quede claramente definido la relación costo-beneficio. En otras palabras, resaltar el precio, pero también cualidades y a quiénes va dirigido el producto y servicio. Esto ayuda no solo a posicionarlo sino también refuerza la presencia de la empresa en el mercado.
Así que lograr que el cliente identifique una marca y la asocie con aspectos deseables es un asunto clave. El posicionamiento, como ya han señalado expertos, es “algo que se construye a través de todo lo que una empresa dice y hace”.
Por este motivo, otro elemento importante al momento de posicionar un negocio es que haya correspondencia entre lo que comunica a través de sus mensajes y la forma como efectivamente se maneja en la práctica frente a clientes y consumidores.