La primera baja es la verdad, por Simón Boccanegra
La tantas veces citada frase de Winston Churchill acerca de que en la guerra la primera baja es la verdad viene a cuento cuando se leen las apreciaciones de distintos actores políticos sobre la magnitud de las marchas del pasado fin de semana. El presidente dijo que «le habían dicho» que había entre 50 y 60 mil personas. Ernesto Alvarenga, en cambio, dijo que «todo el mundo vio» un millón de asistentes. El periodista de El Nacional informó que la concentración llegaba, apretada, hasta La Hoyada, pero el periodista de El Universal, por el contrario, la divisó extenderse, apiñada, hasta el Hotel Caracas Hilton, aunque sacó la cuenta de gente por metro cuadrado en 13 cuadras de largo y estimó la asistencia en 270 mil personas. Si el periodista de El Nacional tuvo razón, entonces había menos de la mitad de la gente que contó el de El Universal. Pero, definitivamente, quien se la comió en materia de cálculos de esta clase, fue Chávez, quien tuvo los riñones de decir que entre los tres mitincitos de su gente en Maracay, Cumaná y San Cristóbal se había juntado nada menos que un millón de personas. Sí, en la política también la primera baja es la verdad.