La Revolución de los 50 mil conectados, por Ernesto Rodriguez Mata
Hoy el declive en picada de lo que conocemos como República está a punto de llegar a su punto más bajo. El régimen de Nicolás Maduro, a fuerza de maña y de triquiñuela, pretende seguir perpetuándose en el poder por segunda vez consecutiva, tras el bochornoso 20 de mayo, en unas elecciones parlamentarias donde inhabilita candidatos, y a muchos los obliga al exilio forzado.
Maduro secuestra y usurpa no solo Miraflores, sino que de forma minuciosa se dedicó a que las organizaciones políticas también sufrieran ese destino, utilizando para consolidar la ruindad; a ex compañeros con la moral «flexible» y con sus billeteras de grandes dimensiones para poder así no solo resguardar el dinero, sino también las penurias que atravesamos los venezolanos.
Porque eso deben tener claro los ex compañeros, que ese billete viene acompañado de la muerte de Addy Valero, nuestra valiente diputada quien, padeciendo una enfermedad terminal, podría haber sucumbido ante la tentación si solo hubiese hecho política con una calculadora. Sin embargo, Addy nos demostró a cada uno de los ADecos -y a los venezolanos- lo que un espíritu altivo es capaz de construir.
Estamos seguros de que se encargará, desde dónde esté, de recordarles lo que ella fue y será para cada individuo que respire en nuestro país a cada uno de los que reciban tal billete, para cerciorarse de que sepan de lo que nunca serán capaces de representar: dignidad, disciplina, bondad y, por sobre todo, amor patrio de esos que no se compran en ninguna gobernación, alcaldía, o postulación de elección popular, sino que se obtienen cuando la altivez del espíritu democrático alcanza niveles que los de espíritu chiquito y grandes billeteras jamás podrán obtener.
Muchos de esos ex compañeros creen que posicionando un argumento que nada tiene que ver con el escenario político lograrán convencer a la militancia de participar en una “elección”. Los ADecos sabemos que la salida definitiva pasa por una elección, una elección de verdad, no una farsa como por la que les han pagado para participar.
Los ADecos sabemos y estamos trabajando para que se celebren elecciones libres y con mínimas condiciones en este país, para poder así darle con todo el poder del voto a la mafia que hoy esta incrustada en Miraflores.
Es precisamente por eso que los militantes no podemos convalidar este proceso que habría de celebrarse en diciembre de este mismo año. Nosotros, los ADecos, somos más que la empeñada participación, somos más que una tarjeta y somos más que un curul hipotecado. «Somos una raza inextinguible» que no aplaude sino que propone, que no adula sino que respeta. Por las razones antes expuestas y por muchas más los ADecos debemos salir a denunciar el fraude desde YA.
De igual manera, vemos con preocupación cómo individualidades de la UNIDAD nacional, lejos de rectificar en la política sostenida de errores consecutivos y de aventuras malsanas, quieren seguir siendo el centro del escenario político, sin evaluar que son solo el centro del ego desmedido que nos ha llevado hasta hoy.
Aquí el centro deben ser los Venezolanos, el Presidente de la AN y las organizaciones políticas, ¡Estas últimas con énfasis! Porque las han convertido en el objetivo militar de los usurpadores en este momento.
Que nadie diga que es el ungido por la providencia; ya muchos han dicho eso y quedan en ridículo cuando las ideas y la política son suplantadas por frutas y hortalizas o cuando la coherencia y el sentido común es suplantado por tortillas bimbo y un motor fuera de borda.
El 5 de julio, cuando la respuesta debe ser contundente, precisa pero por sobre todo audaz, luego de que se llena nuevamente de expectativas a la gente por el saludo y solidaridad de un funcionario del gobierno norteamericano, pero además, que nos indica que escuchemos con atención a nuestro Presidente de la AN que tiene algo importante que informarnos, nos encontramos con lo que denomino «La Revolución de los 50 mil conectados» ¡que, por cierto, es la mitad del electorado del estado Delta Amacuro!
Seguimos centrados en estrategias gaseosas vía internet, con la excusa de la pandemia del Covid—19, que no hay que subestimarla pero que debemos sortearla y cuando digo esto, me refiero a que la dirigencia nacional, «si puede”, debe visitar a la región, porque en cada región, municipio y parroquia hay un dirigente de las organizaciones políticas que debe servir como hilo conductor de lo que se prepare para poder vencer a Nicolás Maduro en un proceso libre de arácnidos de poca monta y libre de mañas y de jugarretas.
Hoy debemos convertir ese humo dañino llamado zoom (que en un principio resultó ser una herramienta útil para comunicarnos, pero que hoy algunos solo quieren apostar a ella como único escenario), en una llama que logre asar realmente el jojoto en cada rincón de nuestra amada Venezuela, traducida en activismo creativo responsable y audaz.
Con Henry Ramos y Carlos Prosperi estoy seguro que lograremos el anhelado sueño que día a día se va convirtiendo en una realidad.
Nota: Con Humo no se asa el jojoto, se asa es con candela.