La revolución de los infiltrados, por Simón Boccanegra
Anoche Hugo dijo que su gobierno había sido «infiltrado» por los escuálidos al comienzo de su gobierno. Se refería a Alfredo Peña, a quien hizo ministro de la Secretaría, ahora sabemos, por una maniobra maquiavélica de El Nacional. A confesión de parte, relevo de pruebas. Hugo ha admitido que él es un ingenuo, el perfecto tonto, a quien cualquiera puede engañar y meterle gato por liebre. La oligarquía le infiltró nada menos que a Arias Cárdenas, Urdaneta Hernández y Acosta Chirinos. Pero la perfidia de esta llegó al punto de engañar a nuestra inocente paloma metiéndole por los ojos a Olavarría, a Mayz Vallenilla, a Combellas, a Escarrá. Los «infiltrados» son una legión: Carmen Ramia, Froilán Barrios, el ex ministro Alejandro Riera, la ex embajadora en la OEA Virginia Contreras, el ex director de la PTJ Carlos Fermín, Javier Elechiguerra, Carlos Enrique Tinoco, Reinaldo Cervini. ¡Dios mío! Resulta que la revolución fue hecha por infiltrados. Nedo Paniz lo acogió en su casa durante tres años pero como parte de un plan siniestro para echarle humo en los ojos. ¡Qué vaina más increíble! Menos mal que Hugo poco a poco se ha ido dando cuenta de la maniobra de sus enemigos y ha echado a patadas a todos estos hipócritas, que le hacían una cara por delante y otra por detrás.