La rrrrrevolución se vuelve ópera cómica

Esta gente que nos gobierna está llegando a los extremos de la idiotez clínica. A fuerza de creer que cada palabra del Supremo está escrita en las Tablas de la Ley de Moisés y debe ser salmodiada religiosamente, «el imperio» se ha vuelto el comodín retórico preferido de los altos jerarcas.Tascón sale de pendejo a creer que es verdad eso que dijo el Supremo de que hay que criticar a los funcionarios y pide que se abra una averiguación a José David Cabello, nuevo titular del Seniat, que lo fue antes del Minfra, donde, según Tascón, se perdieron unos reales, y le responde nada menos que el hermano del sospechoso, Diosdado, acusando a Tascón de ser «agente del imperio».Tascón fue expulsado por segunda vez del PSUV, que no existe pero tiene un tribunal disciplinario virtual, que toma decisiones sin siquiera reunirse, adivinándole el pensamiento al Supremo –cosa en la cual es experta Doña Cilia. El pueblo se puso bravo en Sabaneta –poblado que según Fidel Castro será lugar de peregrinaje en el futuro–, saqueó un Mercal y el hermano del Supremo, Aníbal, que es alcalde del sagrado villorrio, dijo que eso había sido culpa del gobierno de los Estados Unidos. No crean que estoy mamando gallo; busquen los periódicos del viernes y mátense por su propia vista. Pero el rey de los cómicos es Rafael Ramírez. Había que oírlo gritando contra «el imperio» a las puertas del Parlamento. Razón tuvo Marx cuando dijo aquello de que la tragedia histórica, cuando se repite es como farsa. Debo confesar que a ratos me dan lástima estos personajes. ¡Son tan irrisorios, tan patéticos, en su empeño de fingirse gonistas de una epopeya revolucionaria!