La ruptura de Dieterich con el chavismo
En la época en que Heinz Dieterich se ilusionó con el chavismo y éste lo adoptó como uno de sus principales voceros internacionales, este minicronista se permitió señalar que el señor Dieterich, quien se proclama «marxista», no pasaba de ser una suerte de charlatán, que salmodiando algunos textos de Marx y Engels, pretendía dotar de «base teórica» a la que consideraba como «la gran oportunidad de construir el primer socialismo científico y democrático del siglo XXI».
Hasta 2005 lo que era claramente visible para cualquier político o científico social de izquierda y es que aquí no existía nada de lo que en sus fantasías pretendía distinguir el señor Dieterich, éste seguía comprometido con el chavismo.
A partir de esa fecha comenzó su desilusión, cuando, y es preciso reconocerle la honradez intelectual, aseguró que aquí no se estaba construyendo ninguna clase de socialismo y menos el que el señor Dieterich consideraba como tal, uno donde el intercambio económico se haría sobre la base del trueque entre los bienes, cuyo precio estaría determinado por el tiempo de trabajo invertido en su producción. Marxismo de kindergarten. En todo caso, la fuerza de los hechos ha sido tal que hasta un Dieterich, aunque tardó varios años en percibirlo, terminó por romper con el chavismo y ahora es uno de sus más feroces críticos. Por supuesto, quienes lo agasajaron y loaron durante los primeros años, ahora lo denostan e insultan. Hasta «mercenario tarifado» lo ha denominado ese caballero tan decente y equilibrado en sus juicios, incapaz de soltar una palabrota, que es el señor Carlos Escarrá.
Ahora, si Escarrá lo trata de «mercenario tarifado», a menos que sea uno de sus insultos genéricos, tal vez tenga algunas razones para decirlo. Quién sabe. Mucho vivo le saca plata al socialismo del siglo XXI a punta de cobas.