«La vida nunca volverá a ser normal» después de la cuarentena

Después de la cuarentena se mantendrá el distanciamiento social, el uso del tapabocas y quizás el de guantes. El miedo y la ansiedad predominarán y hasta una gripe normal será motivo de preocupación advierte la psicóloga clínica y social Yorelis Acosta
Tras casi tres meses de haberse decretado el confinamiento radical, el lunes 8 de junio comenzó una flexibilización de la cuarentena de siete días de actividades por siete días de aislamiento (método 7×7), algo que despierta las expectativas sobre cómo enfrentar el reinicio de sus actividades normales en momentos cuando los casos de covid-19 van en aumento en el país, al margen de que no existe una vacuna ni un tratamiento efectivo contra la enfermedad.
Sin embargo, entre lo incierto que es el futuro postpandemia, lo más claro que se tiene es que «la vida nunca volverá a ser normal», dice la psicóloga clínica y social Yorelis Acosta, jefa del Área de Sociopolítica del Centro de Estudios de Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
La covid-19 llegó para cambiar los procesos del mundo entero, «sobre todo en Venezuela, donde nuestra dinámica es tan cambiante», explica Acosta. La nueva normalidad, afectada por el coronavirus, se quedará con el distanciamiento social, el cumplimiento de medidas de higiene y hasta el miedo a una gripe normal. «La normalidad como la veíamos, nuestra manera de relacionarnos socialmente, de trabajar, no es la misma y, por otra parte, cambios definitivos como el tapabocas que se hará una práctica cotidiana, lo usaremos mínimo por este año y diría que más, posiblemente el uso de guantes, y ya vemos nuevas medidas de distanciamiento social en los espacios públicos», detalla la especialista.
Un cambio que afectará en particular a los venezolanos es el saludo y el contacto físico. Muchos esperan regresar a la cotidianidad para volver a saludar calurosamente y a abrazar, pero Yorelis Acosta advierte que «el saludo no va a ser igual; el saludo afectuoso, apurruñado será un poco más distante«. Asimismo, considera que en el país se debería estar informando sobre las nuevas normas de relación social para que la gente vaya internalizando la idea de que los esquemas de relación serán otros.
Necesidades reales
Acosta explica que tras el fin de la cuarentena otros sectores de la sociedad deben plantearse si es realmente necesario volver a las oficinas o si les sigue siendo viable, superada la cuarentena, el telebrajo. «Yo me estoy preparando para que todo este año sea de esta manera (a distancia)», revela. Añade que las universidades deben plantearse cuáles materias pueden quedar a distancia y cuáles presenciales, con lo cual puede lograrse una educación mixta, que en el campus universitario haya menos gente, menos servicios y hasta contratar profesores que han emigrado y que ya conocen el contexto venezolano.
«¿Todo el mundo tiene que volver a estar aquí?, ¿podemos trabajar por turnos?, ¿algunos pueden trabajar desde casa? Volvernos a ver en los espacios de trabajo va a ser diferente, porque posiblemente no estén todos y porque tiene que haber un distanciamiento», expone la experta, quien considera que esas son algunas de las interrogantes que deben hacerse los empleadores pensando en la vuelta al trabajo.
No obstante, Acosta resalta que hay áreas que este año no volverán a su normalidad como conciertos, cines y teatros. «Para estos sectores estaríamos hablando del 2021», afirma, y recomienda solo prepararse para cómo será el regreso paulatino y tener en cuenta que en este momento «nuestros planes son muy a corto plazo».
Miedo y ansiedad
«Definitivamente, este tiempo vino a cambiarlo todo», expresa la psicóloga clínica Yorelis Acosta, mientras comenta que ante tanta incertidumbre por la cuarentena hay quienes pueden ver el vaso medio lleno o medio vacío, teniendo en cuenta que «somos más frágiles, más vulnerables, que hay que cuidarse más porque nunca antes el mundo había vivido una situación similar, ya llevamos meses y todo este año va a ser así», sostiene.
Al ser consultada sobre si las personas se volverán más violentas una vez superado el confinamiento, la especialista en el estudio de la conducta humana dice que no, pero explica que hasta el momento se ha observado que «nos cuesta muchísimo lidiar con la ansiedad que esto está generando y los miedos van a permanecer un rato más: miedo a contaminarme, a sentirme vulnerable, a tomar un avión, a exponerme a sitios públicos«, enumera.
Del mismo modo, agrega que los cambios en todos los órdenes afectan desde lo más íntimo hasta los esquemas de trabajo y vida; por lo que «estamos muy movidos y tenemos muchas dudas de lo que viene, predominando el miedo y la ansiedad», insiste.
Acosta sostiene que tras comprobarse la afectación del coronavirus sobre toda la población, desde los niños hasta los adultos mayores, ella levanta la voz para decir que «tiene que haber medidas de atención psicológica, de protección, de asistencia, para todas aquellas personas que sientan que no pueden manejar estos cambios tan bruscos de rutina» y pone de ejemplo a Chile, que promulgó un programa de salud mental para quienes sientan que necesitan apoyo porque el encierro ha hecho que aparezcan problemas en las familias y más violencia intrafamiliar. «En Venezuela no estamos haciendo nada» en esta materia.
Aunque no hay nada escrito, la psicóloga recomienda a todos pensar en el regreso a las actividades, empezar a escribir e imaginar el futuro, siempre teniendo en cuenta que son planes flexibles porque dependerán del comportamiento colectivo, de cumplir con el aislamiento, de protegerse y de no exponerse.
Mayor fortaleza del venezolano
Sobre la afectación de la covid-19 directamente en Venezuela, Yorelis Acosta dice que aunque es un virus que rompió los esquemas de todo el mundo, «los venezolanos somos un poquito más fuertes» ante esta situación, en buena medida por el entrenamiento al sufrimiento al que ha sido sometido al país tras varios años de conflicto político, económico, de seguridad personal y social.
En este sentido, y con miras al futuro, recomienda a cada familia «sentarse a ver las dificultades y construir sus nuevos esquemas de relación», pues ella calcula que más o menos hasta diciembre el año va seguir siendo igual; para lo que es importante internalizar el sentido de la realidad y así disminuir la ansiedad.
Entre algunas de las recomendaciones de Yorelis Acosta para enfrentar esta situación destacan: manejar las emociones, no exponerse desde el punto de vista físico, mantener la calma, no consumir información en exceso y solo hacerlo de fuentes confiables, cuidar especialmente a los niños y ancianos y realizar durante el día actividades de ocio y aprendizaje.
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