La «vitrina» revolucionaria en Guayana
![](https://talcualdigital.com/wp-content/uploads/2018/12/Guayana.jpg)
Hace menos de quince días ocurrió una terrible tragedia en Ciudad Guayana. Un vehículo de transporte público, una de esas camionetas conocidas como «perreras», saltó la baranda del puente sobre el Caroní, cayó al río y dejó el doloroso saldo de 16 muertos. ¿Accidente lamentable, cosa del destino, mala suerte, pero del cual, en definitiva, no se puede responsabilizar a nadie? Yo no lo creo. ¿Qué es una «perrera»? Es una pick-up, por lo general ya vieja, con un techo muy bajo, por cierto, sobre la parte trasera y dos tablones a los lados de esta, que sirven de asiento. Además de la gente que va sentada, entre ambas filas de asientos se aglomera lo que quepa. De modo que la «perrera» de la tragedia llevaba 22 personas y ese es el promedio de lo que carga cada una. En este caso, el vehículo, al parecer largó el cardán, el conductor perdió el control y no pudo evitar la mortal barrena a las aguas del Caroní. En la ciudad donde está ubicada la industria pesada del país (en estado comatoso, como se sabe), donde se solapan las responsabilidades de la Alcaldía de Caroní, la Gobernación del estado Bolívar y la CVG, no existe un sistema de transporte público municipal y el mercado ha hecho nacer centenares de pequeños transportistas, que habilitan las camionetas del modo ya descrito, sin ningún tipo de supervisión por parte de las autoridades competentes, sin un mínimo control de calidad. Ese es el «sistema de trasporte público» en Ciudad Guayana: el de las «perreras». El mero nombre es ya un agravio a la dignidad humana. No son personas, son «perros» quienes se ven obligados a montarse en esos vehículos. En diez años, esta revolución entrecomillada ha avanzado mucho en la destrucción del estado Bolívar.