Las cuentas del general, por Simón Boccanegra
Hay que desearle larga vida al general Müller Rojas. Vida política, me refiero, porque de la biológica ya lleva más de tres cuartos de cupón gastados. Es que para este minicronista el general es una fuente inagotable de inspiración, sobre todo cuando la computadora está en blanco y no vienen temas a la cabeza. Que siga tan deslenguado como hasta ahora son los mejores deseos de este escribidor. La última de las suyas, respondiendo a las exigencias del PPT, que había acusado de «ventajismo» (¡cuándo en la vida!) al PSUV, evidencia que el general se había echado un tequichazo de ácido sulfúrico en lugar de los acostumbrados. Eso de decirle que sí, que ellos sí son ventajistas porque tienen la ventaja de contar con cinco millones de militantes, implicando, por supuesto, que los del aliado caben en un carrito de supermercado, es un modelo de sarcasmo. Además, quedó claro que el PSUV tiene demasiados candidatos a candidatos como para estar compartiendo un número finito de cargos con los «tiramealgo» que todo el tiempo están pidiéndole una limosnita, por favor. De paso, es la venganza del Gran Timonel. ¿No quisieron meterse al partido único de la revolución? Pues cómanselo con su pan. De todos modos, al general se le olvidó un detalle: ¿qué se hizo el millón que faltó el 2D, además de los otros tres que se bajaron de la nube entre diciembre de 2006 y diciembre de 2007?