Las leyes del embudo, por Simón Boccanegra
Como es bien conocido, el gobierno norteamericano ha emprendido toda clase de acciones contra Brasil y Sudáfrica porque estos países, desesperados por la terrible incidencia del sida sobre su población y por los elevadísimos precios de los medicamentos, han decidido pasar por encima de las leyes de patentes y las regulaciones de la OMC y producir como genéricos los medicamentos contra el sida, a precios asequibles para los pobres. Como es bien sabido Estados Unidos, acompañando a los laboratorios transnacionales, se ha opuesto a esta decisión, que contraría, of course, las leyes del mercado. Sin embargo, ante la amenaza del ántrax, Laboratorios Bayer ha decidido reducir, en Estados Unidos, los precios de su producto CIPRO, específico para el ántrax. Para los habitantes de la economía más poderosa del planeta, con un ingreso per cápita superior a 30 mil dólares, las leyes del mercado se vuelven complacientemente flexibles. A los negros de Sudáfrica, a los habitantes de las favelas de Brasil, cuya mayoría vive con menos de un dólar diario, primero la muerte a que por causa de ellos las sacrosantas leyes de la oferta y la demanda puedan ser vulneradas. Y todavía hay por ahí un articulista lameculos que considera cosa de «turulatos» sugerirle a los gringos que hagan algo para que los quieran un poco más.