Las sinrazones del poder, por Simón Boccanegra
Como podía esperarse,Yo El Supremo, ante las críticas a su participación abierta en la campaña, dijo que no se encerraría en Miraflores ni se quedaría mudo y añadió que quienes habían violado la Constitución no podían reclamarle que él violara la ley. Nadie le pide que permanezca en Miraflores y mucho menos la misión imposible de que se quede mudo.Temas para hablar le sobran y razones para moverse por el país también. Lo único que no puede hacer es meterse en la campaña electoral. La ley se lo prohíbe. Esa ley está vigente. La AN podría derogarla pero no lo ha hecho, por tanto está obligado a cumplirla. Será una formalidad y hasta una hipocresía, si se quiere, pero es la ley. Ese es el punto.
Todos somos iguales ante la ley y el Presidente no lo es más que el resto de sus conciudadanos. Alegar, de otro lado, que la violación de la Constitución por otros excusa la de la ley por parte de El Supremo es una sinrazón. La ignorancia de la ley no excusa su cumplimiento. La violación de ella por otros, tampoco. De lo contrario, declaremos de una vez que la única ley es la de la selva.