Las vestales ofendidas, por Simón Boccanegra
La reacción represiva contra el semanario 6to Poder una más contra medios independientes hace recordar a este minicronista una frase de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff: «Prefiero una prensa injusta e irreverente a los medios silenciosos y sumisos de las dictaduras». La memoria, que hace jugarretas inesperadas, me ha hecho recordar también una frase muy parecida de José Vicente Rangel, escrita en la época en que ejercía un periodismo de denuncia, no siempre éticamente responsable todo hay que decirlo, con algunas acusaciones no demostradas e incluso desmentidas (que él nunca publicaba), al lado de las cuales la chuscada de 6to Poder luce como un chiste inocente. Pero tenía razón al decir que prefería su periodismo, incluso el éticamente cuestionable, a la represión sobre la libertad de expresión. Hay que añadir que las señoras afectadas reaccionaron con una velocidad que ya quisiéramos ver ante las barrabasadas que todos los días cometen ese par de joyitas, carne de presidio; uno, el antiguo cargamaletines y espía antiobrero de Armando de Armas y el otro, esa rata cobarde y sucia, que siempre se ha ganado la vida calumniando e insultando a quienes sus jefes se lo ordenaban y que compite con el ex espía en otro programa del canal 8. Estos señores (es un decir, una manera de hablar, porque lo que se llama «señores» esos mamarrachos están muy lejos de serlo) jamás han merecido ni siquiera un pellizquito de Conatel y, por supuesto, tampoco de estas vírgenes vestales que ahora ejercen su venganza contra 6to Poder y Leocenis García. Tiempo de ratas, éste.