Lección para bocones, por Teodoro Petkoff

¡Lo que son las cosas! El gobierno acaba de dictar un decreto, el 3.110, que es casi un calco del 1.850, promulgado por el gobierno de Caldera, en mayo de 1997. ¿Recuerdan el 1.850? Era el Plan de Ordenamiento para la Reserva Forestal Imataca, cuyo objetivo fue “normar las actividades del manejo integral sostenible” de esa extensa área, “regulando y promoviendo el uso racional del espacio y de los recursos naturales”. Para eso mismo es el 3.110. La pertinencia de un plan de ordenamiento deriva de la necesidad de frenar la explotación irracional de la zona, en particular por parte de los garimpeiros, demarcando y organizando las áreas para la explotación forestal y para la minera, y estableciendo rígidas condiciones para la protección de los recursos naturales renovables y de la riquísima biodiversidad de la región.
El 1.850 fue elaborado a través del debate con los distintos sectores involucrados, desde las etnias indígenas de la zona hasta los propios mineros artesanales, lo cual no obstó, sin embargo, para que después de su promulgación fuera duramente atacado por organizaciones ambientalistas nacionales e internacionales, dando lugar ello a una intensa polémica. Apenas comenzaba a aplicarse la normativa del 1.850 cuando llegó el comandante y mandó a parar. El decreto fue congelado, acusado de “ecocida” y “neoliberal”, con lo cual la zona continuó siendo devastada impunemente a todo lo largo de estos cinco años y pico de mando chavista. Una irresponsabilidad criminal, que no puede ser disfrazada ni siquiera por la hueca retórica “antineoliberal”.
Pura muela, mientras los garimpeiros y todo lo que acompaña a la explotación sin reglas ni ley, siguieron haciendo de las suyas. Nos quedamos sin chivo ni mecate. Cinco años después se dicta un decreto esencialmente idéntico al 1.850.
Hoy los grupos ambientalistas embisten de nuevo, esta vez contra el decreto 3.110. Embisten, por cierto, contra quienes en aquella ocasión, por puro oportunismo electorero, fueron los activistas políticos de la lucha contra el 1.850. ¿Quiénes fueron? Pues, los chavistas que hoy son gobierno y que por enésima vez en la historia de la demagogia criolla demuestran que una cosa es con guitarra y otra con bandola. Una cosa es en el gobierno y otra en la oposición. Igualito fue con el tendido eléctrico hacia Brasil. El chavismo impulsaba y apoyaba a quienes derribaban las torres eléctricas en la Gran Sabana. Pero una vez en el gobierno, terminaron el tendido y amenazaron con cárcel a quien volviera a tumbar las torres.
Para ser justos, Alexander Luzardo y los grupos ambientalistas son absolutamente coherentes consigo mismos. Se opusieron al 1.850 y se oponen hoy al 3.110. Pero también somos coherentes quienes defendimos el 1.850 y ahora, no porque el 3.110 provenga de un gobierno que adversamos, lo vamos a atacar. Todo lo contrario. Más vale tarde que nunca, cuando es por el bien del país. Y que sea una lección para los bocones y charlatanes irresponsables que hoy gobiernan, así como también para los crédulos que se tragan esos discursos.