¿Lectores de Mein Kampf?, por Simón Boccanegra
Este minicronista no sabe si en la sala situacional tienen estudios de opinión que revelan que la constante asociación de cualquier protesta popular con el inefable golpe, “suave”, “seco” o “continuado” y la maniática repetición del tópico sobre el magnicidio, todo machineado por el imperio, produce grandes réditos políticos y por eso tanto Chacumbele como Carreño y demás loros repetidores insisten con el tema, venga o no a cuento. Pero tengo para mí que el espíritu jodedor de los venezolanos, chavistas silvestres incluidos, recibe ya esa aguacerito blanco con palabras de hastío: “Ahí está otra vez Chávez con ese macán del golpe y de que el imperialismo lo quiere matar. ¿Hasta cuándo nos va a pisar con ese carrito de helados?” Sugiero a la sala situacional reexaminar el asunto, hacer unos focus groups y unas encuestas, porque no hay nada peor para un mandatario que se las echa de arrecho que el volverse objeto de chercha. A menos, desde luego, que estén creyéndose lo que dijera Hitler de que mientras más grande e inverosímil la mentira, y mientras más se la repita, más chance hay de que el pueblo se la trague.