Ley de Precios Justos a Pdvsa, por Simón Boccanegra
Chacumbele tuvo un fin de semana muy activo. El sábado volvió a la Academia Militar y hasta trotó por pocos minutos, para señalar que está en franca recuperación del cáncer que ya curó. Es la segunda vez que asiste a esa institución castrense a dar demostraciones de mejoría. Por algo será. El domingo se comunicó con VTV y aseguró que el control de precios forma parte de una «estrategia».
Menos mal que Esteban no ha tenido que combatir, y esperemos que no lo haga, en ninguna guerra porque si es tan terco para mantener estrategias que no funcionan, pierde seguro. Se supone que el control de precios tiene como fin reducir la inflación, pero eso no ocurre y, en el caso de los alimentos, «camina» a paso de vencedores con más de 30% en un año, golpeando a los más pobres que tienen que dedicar cada vez mayor cantidad de sus menguados ingresos a alimentarse. Respondió a unas declaraciones del presidente de Polar, quien señaló que la Ley de Precios Justos afectaba el patrimonio de las empresas, acusándolo de egoísta.
Claro que Chacu no es egoísta cuando se trata del dinero de los demás, pero con el que es de todos los venezolanos y maneja a su antojo, se vuelve el rey de los tacaños. Qué pasaría si la referida ley se la aplicaran a Pdvsa. ¿Cuál sería el precio justo al que se debería vender el barril de petróleo? Si se ejecuta tomando en cuenta los costos de producción y una ganancia «socialista», seguro que su importe sería muy inferior a los casi 100 dólares en que se vende actualmente. Los ingresos del país se reducirían drásticamente de aplicarse una ley como esa en el mercado mundial. No tendría dinero para comprar aliados, ni adquirir armamento como lo viene haciendo. La chequera que camina por América latina tendría que quedarse guardada en Miraflores.
Los pobres del mundo recibirían un alivio, pero quién dijo que a Esteban le importan de verdad los pobres. En este caso como en todos los demás, Chacumbele no predica con el ejemplo.