Leyendo a Camus, por Simón Boccanegra
Acabo de leer que un llamado Bloque Democrático, que hoy forma parte de la Coordinadora Democrática, le ha puesto un ultimátum. Si esta no les hace caso, ellos cogen su sombrero y su bastón y se van pa’ l carajo. Lo central del emplazamiento es que la CD debe acoger el criterio de los “bloquistas” en el sentido, primero, de incluir a los militares de Altamira en ella y, segundo, de hacer un llamado a la FAN para que saque a Chávez, porque según y que “el gobierno impedirá por todos los medios la salida electoral y, por tanto, hay que actuar en la esfera militar inmediatamente”. Los señores, por supuesto, tienen una fórmula perfecta y poco riesgosa: que salgan otros a echar los tiros. Esto me recuerda unos conceptos de Albert Camus, citados en estos días por Fernando Savater: “Tengo horror a la violencia confortable. Tengo horror a todos aquellos cuyas palabras van más lejos que sus actos. En eso me separo de algunos de nuestros grandes intelectos, de los que dejaré de despreciar sus llamadas al crimen cuando sean ellos mismos quienes empuñen los fusiles de la ejecución”. A eso fue que nos referíamos cuando hablamos de los cunaguaros de papel.