Líderes: hay que hacer preguntas, por David Somoza Mosquera
Twitter: @DavidParedes861
Saber formular buenas preguntas y hacerse las preguntas adecuadas en los ámbitos personal, social o laboral puede ser sinónimo de avanzar, de crecer, de orientarse en la dirección adecuada y puede generar un impacto muy positivo no solo en nosotros sino en los demás.
En el ámbito corporativo, las preguntas nos ayudan a mejorar la comunicación dentro de una empresa o equipo. Contribuyen a crear un ambiente de reflexión y estimulan la búsqueda de respuestas, en lugar de ofrecer soluciones precipitadas. Además, las preguntas son esenciales para desarrollar o potenciar la creatividad y la innovación.
De hecho, ser personas curiosas y hacer buenas preguntas permite descubrir cosas nuevas. De allí que es clave que los líderes tengan la capacidad de reconocer que no lo saben todo y ser conscientes de la importancia que tienen las preguntas para ampliar su conocimiento. Sin embargo, no todos están de acuerdo con este enfoque, temen que de hacerlo podría parecer que no saben lo que están haciendo. Y nada más lejos de la verdad.
En el análisis Good Leadership Is About Asking Good Questions, publicado en Harvard Business Review, se desmonta tal creencia. La premisa es: hay que liderar con preguntas, no respuestas. «Lo más probable es que la mayoría de los líderes estén demasiado enfocados en tener todas las respuestas y no lo suficientemente enfocados en hacer las preguntas correctas. Es hora de recalibrar», asevera su autor John Hagel.
El problema radica en la aprensión que tienen algunos líderes de hacer preguntas, pues lo consideran también una señal de debilidad. Sin embargo, a pesar de lo que puedan pensar, expresar vulnerabilidad y pedir ayuda, aclaraciones o comentarios puede ser una señal de fortaleza y confianza.
«Las preguntas correctas son señales de confianza, y pueden inspirar a las personas a confiar en el líder. Por ejemplo, en lugar de contarle a su equipo sobre una nueva oportunidad que ha identificado, pregúnteles: ¿Ve una oportunidad innovadora que podría crear mucho más valor que el que hemos entregado en el pasado?. Una pregunta grande y simple como esta puede inspirar una explosión de colaboración y creatividad en toda la organización», señala Hagel.
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El líder debe hacer preguntas poderosas e inspiradoras, transmitir que no tienen las respuestas y solicitar la ayuda de otros para encontrarlas. Hacer buenas preguntas puede ayudarlo a conectarse con otros y pensar juntos puede ponerlo en el camino para resolver problemas difíciles y generar un pensamiento innovador.
Así que no se puede seguir retrasando, los líderes de hoy necesitan revisar esa habilidad de hacer preguntas y que ha sido pasada por alto. Si demuestra una mentalidad de preguntar primero, ayudará a establecer una cultura general de curiosidad y aprendizaje que mantendrá a su equipo innovando y respondiendo a los desafíos de manera efectiva, con ideas nuevas y emocionantes.
David Somoza es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
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