«Lo que quiero es trabajar»: centenares de venezolanos entran a Chile caminando desde Bolivia
De las cientos de personas que ingresan a diario a Chile por la localidad de Colchane, ubicada en la frontera con Bolivia, la mayoría son de nacionalidad venezolana y buscan mejorar sus condiciones de vida tras sufrir una profunda crisis política, social y económica en Venezuela
Por esta zona entran a diario de forma irregular centenares de migrantes, una situación que se extiende por décadas en el lugar pero que se masificó en el último año debido a la pandemia y a una legislación chilena más restrictiva para la entrada de extranjeros, y que tiene en jaque a la localidad.
Una de estas personas, de 21 años y que prefirió no revelar su identidad, dijo a EFE que su objetivo es llegar a Santiago, la capital chilena, para poder juntar dinero que le permita comprar una casa en su país natal y volver a estar con su familia. «Estuve esperando el dinero hasta hoy, que pude venir y ya la policía boliviana me quitó el dinero del pasaje para viajar a Iquique», señaló la mujer.
«Lo que quiero es llegar al destino y ya trabajar. Tengo una meta. Durar dos años y esforzarme para comprar mi casa en Venezuela para mi hija y para mí. Nada hago trabajando en un país que no es mío y sembrando en un terreno que no es mío. El que siembra en terreno ajeno hasta la cosecha pierde», agregó.
Por su parte, un hombre venezolano que tampoco reveló su identidad y que también arribó a Chile hace pocos días con su familia dijo a EFE que su motivo es «buscar una mejoría» porque en su país no hay trabajo.
Medidas ineficaces en Chile
Desde febrero, la zona de Colchane es el epicentro de una crisis migratoria que se agudizó con el transcurso de los meses y que actualmente tiene a cientos de personas sin papeles asentadas en espacios públicos de las ciudades al norte de Chile.
La crisis tuvo su momento más crudo a finales de septiembre cuando una marcha antimigración terminó con la quema de carpas y pertenencias de familias venezolanas que pernoctaban en la calle de la ciudad de Iquique, en un ataque que fue catalogado como xenófobo.
La falta de voluntad para controlar la situación o la puesta en marcha de medidas ineficaces son algunas de las causas que hacen que la crisis migratoria del norte de Chile perdure, según dijo a EFE Javier García, alcalde de la localidad de Colchane, ubicada en la frontera con Bolivia.
«Para nosotros sigue siendo un tema muy preocupante debido al ingreso masivo y de manera descontrolada. En los últimos días se sumó una víctima más en la lista de fallecidos y lamentablemente todas las acciones anunciadas por el Gobierno simplemente no han dado eficacia para controlar el ingreso», señaló el edil.
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Y es que el miércoles 1 de diciembre una mujer migrante fue encontrada muerta en las cercanías de un paso fronterizo no habilitado en Colchane, elevando la cifra de fallecidos en esta inhóspita zona a 19 en lo que va del año. Respecto a las medidas anunciadas por el Gobierno de Sebastián Piñera, que incluyó la construcción de albergues para recibir personas que ingresaran irregularmente por la frontera altiplánica, García afirmó que son de «dudosa efectividad».
El alcalde criticó también que el Gobierno mantenga cerrado el paso fronterizo legal de la localidad debido a la pandemia, porque a su juicio eso permitiría controlar al menos al menos un porcentaje de migrantes que llegan,
Según el Departamento de Extranjería y Migración, en Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.