Los 12 de TalCual, por Simón Boccanegra
Se nos ha hecho tan natural la vida de TalCual que el 3 de abril, ayer no más, cumplimos doce años de existencia y ni nos dimos cuenta.
La edición de ayer no reflejó la efemérides y por eso este minicronista se ve obligado hoy a decirle a nuestros lectores (a los que nos quieren bien y, sobre todo, a los que nos quieren mal), que sí, que este diario tan peculiar LLEGÓ A DOCE AÑOS ININTERRRUMPIDOS DE VIDA.
Se dice fácil. Pero hay que ver cuánta carga de tenacidad, de pasión por la lucha democrática contra un régimen bien poco democrático, de disposición a no dejarse vencer por las dificultades que a cada rato nos asaltan, son necesarias para, en la Venezuela de hoy, mantener con vida un diario.
Un diario que no pertenece a ningún partido ni a ningún grupo económico, que es absolutamente independiente de todo poder, que se sostiene con la venta diaria y la publicidad, que nuestro infatigable equipo de mercadeo se las arregla fieramente para conseguir.
Otro secreto del éxito es la administración rigurosa de cada centavo. Este periódico no se fundó para bebérselo y comérselo. Es una pequeña empresa, manejada con tino para que los escasos cobres rindan.
Desde luego, todo esto es para que el equipo de redacción y diseño puedan construir diariamente nuestro nexo con la realidad. Somos una referencia política y editorial ya insoslayable en este país de hoy, hiperpolitizado. Ahora, hasta los fines de semana.
Estamos orgullosos de ello, pero con la humildad y modestia de quienes han logrado dominar el difícil arte de arroparse hasta donde alcanza la cobija. Finalmente, vaya nuestro agradecimiento a Hugo Chávez, quien junto con su corte de payasos y maromeros, cada día nos da los mejores motivos para seguir echándole pichón.
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