Los bonos de Bandagro, por Simón Boccanegra
Quien haya leído el comunicado que ayer publicó el Ministerio de Finanzas en Últimas Noticias, ratificando que los inefables bonos de Bandagro son chimbos, debe haberse quedado en la luna. ¿A qué venía eso? Tal cosa se sabe desde 1995, cuando el entonces Ministerio de Hacienda declaró por primera vez que estábamos en presencia de una estafa y que la República no reconocía esa deuda. La última vez fue José Rojas, en la Quinta, quien se negó a pagar. ¿Por qué esa aclaratoria, aparentemente extemporánea? Porque en agosto de este año, el Ministerio de Finanzas, a través del consultor jurídico, había reconocido, esta vez sí, la legitimidad de tales bonos.
El remitido de ayer, que alude a «publicaciones de los medios», en realidad responde a un único medio que se ocupó del asunto, TalCual , que destapó lo que habría sido un guiso aún mayor que los que ya denunciamos –sin consecuencias, por cierto– a propósito de las operaciones de canje. MinFinanzas reconocía y recomendaba pagar la bicoca de 1.400 millones de dólares. Esta vez, por lo visto, abortamos un sucio negociado. Pero, ¿MinFinanzas no aclarará nada respecto de la conducta de su consultor jurídico? ¿O es que el dictamen del consultor jurídico también es falso? Si lo es, ¿por qué no se dice? Si no lo es, ¿no habría habido allí una tentativa de delito que debería ser sancionada? ¿Habría sido de gratis ese dictamen?