Los Juegos Panamericanos, por Simón Boccanegra
Hoy arrancan los Juegos Panamericanos, la gran fiesta deportiva del continente. Es en Santo Domingo, con cuyo presidente, dicho sea de paso, ha cazado Chávez un pleito, dando rienda suelta a su incontenible vocación de carrito chocón. Pero este no es el tema sino el de los Juegos. Desde luego, todavía no somos esa potencia deportiva que nos anuncia el presidente (ojalá lo fuésemos) así que vamos con un objetivo modesto: recuperar el séptimo puesto que historicamente hemos ocupado en la tabla final de posiciones y que en los Juegos pasados nos arrebatara Colombia.
Por arriba de nosotros quedarán, de eso no hay duda, Estados Unidos, Cuba, Canadá, Brasil, Argentina y México. ¿Colombia también, otra vez? Nuestros deportistas van con el ánimo de que ello no ocurra y desde aquí estaremos pujando para que el éxito los acompañe en ese empeño. En los Juegos Bolivarianos (que ganamos) y en los Suramericanos, aunque competencias bastante menos exigentes, se mostró un avance. En el escenario panamericano –que es el nuestro, porque en el de los Juegos Olímpicos si es verdad que falta mucho para que podamos hacer algo –, se demostrará si esos avances han sido reales o se dieron, más bien, por la debilidad relativa de los contendores.