Los milagros de cabrerita, por Simón Boccanegra

La ponencia de cabrerita ha operado el milagro de robustecer el derecho de réplica. Personas e instituciones que lo rechazaron, al igual que se opusieron a la «información veraz», hoy se suman a quienes siempre se batieron por la pertinencia de aquellos conceptos. Este minicronista no puede dejar de registrar complacido el cambio habido en el Bloque de Prensa, hasta ayer no más radical adversario del derecho de réplica y hoy defensor de este. Puesto que el derecho de réplica es inseparable de la información veraz, es de suponer que ya el Bloque dejará de denunciar ante la SIP esa «amenaza contra la libertad de expresión». A Clodovaldo Hernández, perspicaz cazador de gazapos y contradicciones en la conducta y en los dimes y diretes de los personajes públicos del país, se le fue este rolincito entre las piernas. O a lo mejor no. Tal vez como diría su amigo, el ex comunista Junior Morillo, citando a los antiguos romanos, «primum vivere, deinde filosofare», que en maracucho quiere decir, «primero la papa, después hablar pendejadas».