Los nidos rojos o el Führer se quedó en pañales, por Reinaldo J. Aguilera R.
Twitter: @raguilera68 | @AnalisisPE
Definitivamente, con el chavismo y sus representantes uno no sale del asombro prácticamente nunca, siempre tienen algo que supera cualquier asunto anterior. Dentro de las cosas más recientes y que tal vez muchos no sepan, está lo que tiene que ver con lo que yo he bautizado como los «nidos rojos del Ávila». Sí, del propio cerro que protege a Caracas.
Resulta, pasa y acontece que los jerarcas del régimen chavista que hoy por hoy mal gobierna a nuestro país, se han dedicado a quebrantar todas las normas referentes al resguardo de parques nacionales y se han dedicado a construir auténticas mansiones en los terrenos del parque.
Hasta el momento, se desconoce quién dio el permiso y quiénes son sus millonarios propietarios, lo que sí se sabe es que no son galipaneros de tradición. Tampoco, hasta ahora, el chavismo ha frenado esta práctica, por lo que cada día crecen las versiones de que los propietarios forman parte de la más encumbrada boliburguesía roja rojita.
Desde 2020 se ha conocido sobre la edificación de espectaculares viviendas con una de las vistas más bellas de Caracas y de Venezuela, donde, además, tiene una posición privilegiada que les permite moverse estratégicamente sin que mucha gente se entere de quiénes están por la zona o por dónde van a salir, lo que causa mucha suspicacia.
Todo lo que le venimos narrando nos remite a un hecho muy conocido de la época del fin de la Segunda Guerra Mundial. Tiene que ver con el famoso «Nido del Águila», lugar destinado para unos pocos privilegiados y seleccionados, nada más y nada menos, que por el propio Adolfo Hitler. Para unos fue un lugar de descanso para el Führer, para otros una simple casa, lo cierto es que ya sea por el escaso uso que los nazis hicieron de ella, ya sea por mera casualidad, la Kehlsteinhaus es el único edificio del gigantesco complejo nazi creado en la región montañosa de Obersalzberg que no fue derrumbado tras el fin de la guerra.
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En la actualidad, más de siete décadas después de la contienda, ha sido reconvertido en restaurante y puede ser visitado por los turistas. Es interesante que sepan que aquel que decida tomarse un café mirando el mismo valle del que disfrutaron líderes nazis como Hermann Göring, Joseph Goebbels o Albert Speer, puede estar además tranquilo, pues el Estado Libre de Baviera, dedica los beneficios que obtiene con este establecimiento a su mantenimiento y a diferentes obras benéficas, cosa muy distinta al disfrute y la gozadera que seguramente rodean a cada una de las fiestas pomposas y bochinches de los nuevos «amos del valle», durante sus temporadas en las mansiones instaladas en el Waraira Repano.
Vale la pena agregar el inmenso daño que con seguridad le hacen al cerro, que además tiene detrás algo que ya no sorprende, pues se sabe ya sin llamar la atención, que es con el uso de camiones militares escoltados que se lleva a cabo la operación de trasladar los materiales de construcción a las diferentes zonas, por lo que será muy difícil de solventar en el corto plazo lo que esto significa.
De verdad que no tiene nada de raro en estos personajes el modo de accionar, pues sin ir muy lejos, el grave deterioro que ocurre en el Parque Nacional Canaima, es solo un ejemplo de la voracidad con la que actúan los miembros y allegados a la revolución, que no tienen miramientos a la hora de lograr sus oscuros y personales objetivos.
Todas las construcciones de las que se habla a diario, por supuesto que causan molestia en los habitantes tradicionales de Galipán, quienes sufren bastante intentando vencer la burocracia para hacer refacciones a sus pequeñas casas. Pero, al mismo tiempo ven sorprendidos cómo se construyen mansiones, castillos y edificios, impunemente, violando las reglamentaciones, con la salvedad de que las autoridades de Inparques y del propio parque nacional se hacen los locos y ni mencionan el tema. Tristemente son cosas normales en tiempos de la revolución rojita.
Finalmente, he de recordar y quién sabe si llegue a suceder algo similar. Me refiero a la toma del «Nido» por parte de los aliados al final de la Segunda Guerra, reflejada en el último capítulo de la galardonada serie Band Of Brothers, en la que ya con Alemania vencida y sin Hitler, la compañía Easy alcanza Austria, no sin antes tomar el míticoObersalzberg, complejo vacacional de la cúpula del partido Nazi, en la preciosa región de Berchtesgaden en los Alpes bávaros. Allí descubrieron obras de arte, exquisitas bebidas y un sinfín de objetos valiosos.
Por el momento, los boliburgueses seguirán abusando, disfrutando del dinero robado y malhabido, mientras el 90% de la población pasa penurias en una Venezuela empobrecida. Solo digo que nada es para siempre y si no lo creen, le preguntan a algún nazi, si lo encuentran. Seguro les responderán que con la magnitud de las cosas que hacen los chavistas, definitivamente el Führer se quedó en pañales. Así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. es Abogado. Master en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública de George Washington University/UCAB.
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