Los votos de «Flórida», por Simón Boccanegra
La reciente decision de Bush, de endurecer las medidas de bloqueo contra Cuba, ha operado como un boomerang: se volvió contra él. El revire debe haberlo sorprendido: ha sido parte considerable de la propia comunidad de exiliados cubanos en Florida la que ha protestado contra la bárbara medida.Tanto más salvaje contra los cubanos de ambos lados del estrecho marítimo que las separa cuanto que su motivación es estrictamente electoral: la lucha por los votos de Flórida, en particular los de la enorme colonia cubana. Pero Bush se equivocó no contó con la reacción de quienes han sentido como una agresión a ellos y a sus familiares en la isla el conjunto de disposiciones que tienden a hacer aún más difíciles las de suyo difíciles relaciones entre los que están en Cuba y los que están en Estados Unidos. Son numerosas las declaraciones de exiliados que dicen haber borrado a Bush de sus opciones electorales. Este minicronista confía en que el pueblo norteamericano, que varias veces ha justificado el dicho de Lincoln de que no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, arreglará también cuentas con su presidente y lo enviará en noviembre a hacerle compañía a su padre en el basurero de la historia.