Maduro se autodenomina feminista mientras ignora denuncias del feminismo
Mientras Maduro se ufanaba de ser una cabeza del movimiento feminista venezolano y latinoamericano, organizaciones no gubernamentales, trabajadoras y activistas manifestaron en distintos lugares del país para exigirle al Estado por derechos fundamentales
El mandatario Nicolás Maduro lideró un acto referente a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en el que se autodenominó feminista y asoció al feminismo como un movimiento irremediablemente izquierdista, mientras su gobierno ignora e irrespeta los derechos de las mujeres.
«Soy el primer presidente compañero y amigo de la causa feminista internacional. El objetivo del socialismo para la mujer es emancipar a la mujer, garantizar sus derechos integrales, darle la protección, el amor y acabar con la violencia en toda su forma», afirmó.
De acuerdo con la narrativa chavista, fue Hugo Chávez quien reivindicó los derechos de las mujeres -y otros tantos colectivos-, al argumentar que durante la denominada ‘IV República’ se descuidaban todas las luchas sociales.
«Fue el comandante chavez quien desde el primer día levantó la lucha por la mujer y les entregó todos sus derechos. Esa es la verdad. La nuestra fue la primera constitución del mundo donde se introdujo el lenguaje de igualdad de género», razonó.
De igual forma, impuso una relación entre el feminismo y la izquierda, al indicar que ambos conceptos están entrelazados desde sus bases, ya que los primeros movimientos feministas se promovieron desde líderes sindicales izquierdistas, por lo que afirmó que el llamado ‘Socialismo del Siglo XXI’ enarbola la bandera de las mujeres
«El movimiento de la mujer es una reivindicación del movimiento socialista mundial. Ha sido siempre una causa del socialismo internacional y ahora del socialismo bolivariano del Siglo XXI», sostuvo.
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Protestas del feminismo
Mientras Maduro se ufanaba de ser una cabeza del movimiento feminista venezolano y latinoamericano, organizaciones no gubernamentales, trabajadoras y activistas manifestaron en distintos lugares del país para exigirle al Estado por derechos fundamentales para el feminismo.
En distintos puntos del país, principalmente en Caracas, se organizaron actividades para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, espacios que aprovecharon para recordar sus derechos y rechazar la inacción del Estado.
Desde la Plaza Brión, en Chacaito, las feministas reclamaron su derecho al aborto legal, a recibir un salario digno y a ser defendidas ante la violencia de género y los femicidios; tres premisas ante las cuales han recibido solo silencio e inacción por parte del Gobierno.
Los más de 210 femicidios reportados desde el inicio de la cuarentena, hace tan solo 12 meses, evidencian que no se hace lo suficiente por impedir estos crímenes, y mucho menos judicializarlos, pues el Fiscal General impuesto por la asamblea constituyente, Tarek William Saab, confesó que en los últimos cuatro años la cifra de femicidios asciende a 610 casos, pero solo la mitad de los victimarios han sido imputados.
La legalización del aborto es un aspecto en el que también ha fallado el chavismo, pues se han consolidado como titulares del Poder Ejecutivo desde hace más de 20 años y han tenido mayoría en el Parlamento la mayor parte del tiempo durante ese período, pero no se ha promulgado ninguna ley que estipule un marco legal para el aborto seguro.
Por el contrario, en enero de 2021, las fuerzas de seguridad del Estado arrestaron a Vanessa Rosales, profesora y activista feminista en Mérida, por ayudar a una joven de 13 años a abortar, ya que había sido víctima de una violación. Rosales permanece en prisión acusada de «aborto provocado con la agravante de haberse cometido en una adolescente», «agavillamiento» (asociación criminal) y «asociación para delinquir».
En cuanto al salario digno, es un área en el que el chavismo le falla al feminismo y a cualquier movimiento obrero o sindical, pues el sueldo mínimo equivale a apenas $0,6; mientras que la canasta básica alimentaria tuvo un valor de $225 en enero, unos 291 salarios mínimos.