Maduro sigue picao con la Vinotinto
Maduro reclama para la «revolución» el éxito de la Vinotinto, pero sus integrantes no quisieron estrechar sus manos llenas de sangre
Autor: Sebastián Boccanegra
Nicolás Maduro está picao. Lo demostró este domingo 25 de junio durante su tedioso programa radio-televisivo. La decisión de los integrantes de la selección vinotinto sub20 de no acudir a Miraflores a celebrar su hazaña lo tiene molesto. Claro que ayer no atacó a los futbolistas, no llegó a esos extremos su torpeza. Si lo hiciera sería un auténtico autogol. Agredió a quienes no le reconocen ese título como consecuencia de la «revolución».
Los futbolistas decidieron no acudir a Miraflores porque no quisieron estrecharle las manos que las tiene llenas de sangre. Estos jóvenes están claros, como la mayoría del país, de que el principal responsable de los asesinatos que se han producido durante las protestas es Nicolás Maduro. Por eso, en primer lugar, decidieron driblarlo y no pasar por la sede del gobierno.
Pero hay una segunda razón. Esos futbolistas no le tienen nada que agradecer a este gobierno ni al anterior. No lograron ser subcampeones mundiales porque hayan estado en alguna de las misiones gubernamentales, como asegura Maduro. Su desarrollo como deportistas no tiene nada que ver con la acción oficial. Se forjaron por su cuenta y con el apoyo, posterior, de equipos profesionales del país.
Entre ellos hay quienes ven en el fútbol la vía para salir de la pobreza. Así lo ha dicho claramente el portero Wuilker Fariñez, quien es vecino de Altavista, en Catia. No confía, y con razón, en que las políticas económicas de Maduro y su corte de corruptos lo vayan a sacar de la pobreza. El nivel que ha adquirido como futbolista se lo debe a su esfuerzo, dedicación, responsabilidad y apoyo de sus padres. Si a esos elementos se le agrega la suerte, que siempre hace falta, Fariñez puede lograr un contrato en el exterior que le permita mejorar la situación de su familia. No le debe nada a esta farsa de revolución.
No sabemos si el problema es que Maduro se cree sus propias mentiras o pretende engañar a los venezolanos, pero sí tenemos muy claro que los jugadores y cuerpo técnico de la Vinotinto no se quisieron retratar con él por la sencilla razón de que no quieren nada con asesinos.
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