Magglio se la comió, por Simón Boccanegra
Como apasionado fanático de la pelota, este minicronista no puede dejar de compartir con los aficionados su contento con la gran actuación de Magglio Ordóñez, al ganar el campeonato de bateo de la Liga Americana –en verdad, de las dos, porque su promedio fue superior también al del mejor bateador de la Nacional. Confieso que cada mañana mi primer vistazo a la prensa iba, antes que nada, a la información que daba cuenta de la cerrada disputa entre nuestro gran pelotero e Ichiro Suzuki. En estos tiempos amargos, con el primer café, me permitía el nada desdeñable placer de averiguar cómo iban las cosas para ese montón de venezolanos que ahora juegan en las Grandes Ligas. Pero, desde luego, esta vez el imán principal para mi curiosidad lo constituía el poderoso Magglio. Por supuesto que no se trata de ver en su hazaña deportiva ninguna de esas zarandajas patrioteras sobre “la bandera en alto” ni aplicarle a Magglio toda la retórica cursilona que es usual en casos como éste. Simplemente se trata de un peloterazo, que se la comió este año dando palo parejo, y entra un fresquito al saber que el tipo nació entre nosotros, es decir, que te lo puedes encontrar en cualquier tienda o en una playa y hasta pedirle un autógrafo.Ya con eso es suficiente.