Manuel Sutherland: «Privatizaciones en regímenes autoritarios se hacen a precio de remate»
El economista aseveró que, pese a que la posibilidad de comprar acciones o tener participación en las empresas de Guayana puede ser atractiva, establecer vínculos con el régimen no ofrece la seguridad jurídica necesaria para los inversionistas
Texto: Francesca Díaz / Correo del Caroní
El economista y director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), Manuel Sutherland, aseveró que las privatizaciones en países subdesarrollados siempre se ven plagadas de corrupción, a su vez, afirmó que bajo un modelo autoritario estos procesos dejan activos muy valiosos a precio de remate para generar ganancias a la cúpula burocrática.
Luego de que Nicolás Maduro declarara en alocución presidencial que tiene planeada una gran inversión para la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) y un grupo de parlamentarios mexicanos visitara la empresa, sindicatos y partidos políticos se han puesto en alerta presumiendo una posible privatización de la estatal. Sin embargo, el movimiento de trabajadores Unidad en la Coincidencia, vía comunicado oficial, estableció que «ningún inversionista serio tiene capital para botarlo», afirmación que ha sido compartido por otros especialistas, quienes dificultan que exista interés por parte de inversores extranjeros.
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Pese a estas afirmaciones, el economista aseveró que, aún con su historial de pasivos laborales e improductividad, la infraestructura de la empresa sigue siendo muy valiosa y puede ser un negocio atractivo para los inversionistas.
«Para determinar el precio es necesario hacer una evaluación a la compañía tomando en cuenta sus bienes, capital fijo, operaciones y demás para restarlo a pasivos ambientales, laborales y tributarios. De esa forma se sacaría un aproximado del valor de la empresa», manifestó el especialista.
Al respecto, según las aseveraciones de los trabajadores, es necesario hacer un estudio técnico de la empresa para determinar su valor o, en este caso, el monto necesario para revivir su producción. «Hay un requerimiento de inversión de alrededor de 3 mil millones de dólares», manifestaron los dirigentes sindicales.
Crisis energética: piedra de tranca para la inversión
Pese a que la estructura de la estatal es atractiva para países con tendencia siderúrgica, la relación con el país no lo es bajo la impresión de Sutherland, ya que las sanciones que pesan sobre Venezuela y su aislamiento diplomático fungen como un impedimento para establecer alianzas económicas.
«Es muy difícil que vengan inversionistas grandes a Venezuela. El Gobierno venezolano está muy sancionado y bloqueado en buena parte de las operaciones internacionales. Además, la estructura administrativa del gobierno no ofrece seguridad jurídica. Las inversiones que han venido son muy pequeñas y a corto plazo, orientadas a importaciones de alimentos y cosas mínimas. Hay un impedimento muy fuerte que es la escasez de energía, encender las empresas de Guayana sería quitar la luz a miles de familias porque la producción del servicio de energía nacional es baja», explicó el director de CIFO.
Uno de los principales atractivos de las empresas de Guayana eran las ventajas del aprovechamiento del recurso hidroeléctrico, que abastecía de electricidad los diferentes hornos de estas industrias. No obstante, desde 2009, hay una crisis energética debido al mal estado del sistema eléctrico nacional, lo que devino en la necesidad de apagar hornos y celdas de las empresas básicas y cercenar su capacidad productiva.