“Marciano”, admirador de Hitler; por Simón Boccanegra

“Marciano”, el otro yo del tumbaíto Rangel, continúa lamiendo con desesperación la bota que lo pateó. ¿Pensará de verdad que Yo El Supremo podrá requerirlo nuevamente como eso que antes llamaban “servicio de adentro” ? Debería bajarse de esa nube y darse cuenta de una vez que la suya es, por ahora, la última tumba en el cementerio particular donde Chávez ha ido enterrando a sus gonfaloneros, alabarderos y acólitos de toda laya. Una de las últimas hazañas periodísticas de Rangel ha sido la de citar, relamiéndose los labios, a un viejo espécimen de la ultraderecha venezolana, a quien ahora le ha dado por agredir, con despecho de quinceañera, a Rosales, Borges y Petkoff. Dice que estos tres son los Petain y Laval de Venezuela, es decir, “colaboracionistas”, como en la Francia ocupada por los nazis. En su indigencia (intelectual, desde luego, porque en lo material el hombre salió buchón de la vicepresidencia), “Marciano”, alias JVR, suscribe aquella estúpida comparación. De ser así, ¿quién es el Hitler con el cual “colaborarían” los tres señores? Chávez, obviamente.Todo el mundo entendería si Chávez le diera otra patada, esta vez física.
Por falto’ e respeto.