Más de 300 niños waraos corren alto riesgo de ser contagiados con sarampión
Sin medicina, sin vacunas ni políticas de atención sanitarias, las familias indígenas de Pueblo Blanco están solo a 15 minutos del brote de la enfermedad
Autor: Melquiades Ávila | El Pitazo
Un grupo de 150 familias indígenas, localizado en la parroquia Juan Millán del municipio Tucupita, se encuentra en alto riesgo de contraer el sarampión ante la falta de políticas preventivas en su población “los niños nunca han sido vacunados, no tenemos dispensarios, no contamos con atención” afirman los habitantes.
Pueblo Blanco, es un caserío ubicado en la orilla del río Macareo, brazo principal del Orinoco. Sus habitantes son descendientes del mestizaje entre el margariteño y el warao; se dedican a la pesca y producción familiar de ganado.
Entre sus infraestructuras se observan una calzada semi cubierta por arena, una plaza en la orilla del río y las redes del alumbrado eléctrico con varios años sin energía eléctrica.
Los niños se divierten en un columpio submarino “dos cuerdas” colgadas de unas ramas que al mecer caen directo al agua.
Lo padres temen que sus hijos sean contagiado ante la cercanía del brote “es una enfermedad mortal, no contamos con ninguna asistencia y la ciudad nos quedan lejos” señala Belkis moya, madre indígena.
Se han confirmado el brote de sarampión en varias comunidades waraos del municipio Tucupita: Capure de la Horqueta, Mariusa y El Caigual están entre los caseríos confirmados por el brote de sarampión y con víctimas fatales causada por la enfermedad.
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