Mejor eliminen el Banco Central, por Simón Boccanegra
Mientras el país se distrae con las peripecias de Eucaris y Juan Barreto, el régimen se apresta a meterle otro zarpazo a la institucionalidad, mediante la reforma de la Ley del Banco Central. No es sólo, como inicialmente se informó, darle al Ejecutivo la posibilidad de raspar la olla cambiaria dos veces al año, sino también arrebatarle al Central la atribución del registro e información sobre la inflación, para trasladar esa facultad a una institución «manejable» como el Instituto de Estadística. Por supuesto, si eso es aprobado, es bien probable que tales datos tendrán tanta credibilidad como un billete de treinta bolívares. O sea, los precios no subirán simplemente porque se informará que eso no está pasando. Estas deben ser vainas de Felipe Pérez. Pero hay más. Se rebajarían también los requisitos para el nombramiento y remoción el directorio del BCV. Así podrá Hugo poner y quitar directores en el Central con la misma facilidad con la cual pone y quita ministros o comandantes del Ejército. Me dirijo a ti, Rodrigo Cabezas: ¿tú vas a aprobar esta vagabundería?