Mi voto por Pepe Mujica, en Uruguay; por Simón Boccanegra

Está claro ya; la izquierda NO borbónica, en este continente, no toma en serio a Chacumbele. Le cogieron la caña. Ayer nomás publicamos a José Mujica, candidato del Frente Amplio, en Uruguay, diagnosticando lapidariamente al señor Chávez: «Habla mucho».
Además, «el Pepe», como le dicen allá a Mujica, también dejó sentado que, al igual que Mauricio Funes, presidente de El Salvador, si hay un liderazgo en el continente que le cuadra es el de Lula y no el de Chacumbele. Con razón, los uruguayos le pidieron a Chacumbele que se abstuviera de pasar por allá en su reciente gira.
No ignoran lo tóxico que puede ser. Pero, cambiando el tercio, este minicronista declara que si fuera uruguayo votaría con todos los hierros por Pepe Mujica. Me gusta ese candidato y creo que recogería con acierto el legado de buen gobierno que deja Tabaré Vásquez. Me gusta su sensatez: «No habrá barquinazos (bandazos, en venezolano) en la política económica». Por eso anuncia que de la economía continuará encargado Danilo Astori, su vicepresidente, artífice de la exitosa política económica del gobierno de Tabaré. Me gusta su profundo humanismo.
Pasó catorce años preso, fue torturado ferozmente por la dictadura militar, pero cuando le preguntan por el tema responde con una frase soberbia: «No me gusta cuando la justicia se parece a la venganza». Ya una vez había dicho que no quería tener militares viejos presos. La entrevista, a la cual dedicamos tres páginas en la edición de ayer, si no la leyó, búsquela y léala. Le va a sorprender el personaje. Otra razón para votar por él es que el candidato opositor es Luis Alberto Lacalle, el peor presidente que ha tenido Uruguay en su historia contemporánea.
La derecha debe estar muy agotada, cuando tiene que recurrir a este residuo arqueológico de su propio pasado.