Mira lo que han hecho…, por Marisa Iturriza
Autor: Marisa Iturriza | [email protected]
Si alguno de los que la amaron resucitara, percibiría que la ciudad ha ido cambiando. Que el Metro, de impredecible funcionamiento, suele estar abarrotado todo el tiempo, pero ¡Oh! es “gratis”, cuando antes era barato y eficiente. Que arriba hay menos vehículos circulando, porque la falta de mantenimiento y repuestos han reducido hasta al transporte colectivo, que funciona como canta Lavoe: Entren 10 que caben 100, 50 parados, 50 de pie, impulsando “saludablemente” a caminar y caminar, no por deporte, sino por necesidad, como nuestros antepasados antes de inventar la rueda.
Vería “nutridas” colas para comprar pan, algo tan básico y común antes. Bueno, vería colas prácticamente para todo; para medicinas ya no, porque no hay. Quizás algún condescendiente le explicaría que los ciudadanos que rebuscan comida de una forma que no recordaba haber visto, se comportan ecológicamente al disminuir la basura no recogida en calles, avenidas, carreteras, etc., lugares que ofrecen una variada muestra de huecos de cualquier modelo. Cuando hay, las aceras, eso sí, maltrechas, están llenas de la sempiterna basura donde pululan descaradamente insectos y roedores, que tienen derecho porque también son seres (mal) vivientes.
Comprobaría que no se habla mal de lo que se solía hablar siempre, porque de lo que se habla es de la escasez y de lo cara que está la comida y lo demás. Le sorprendería la notable ausencia de esparcimiento nocturno porque no hay luz que -de paso- a cada rato se va, no por negligencia, sino por sabotaje eficacisimo y también porque tanto hampa como autoridades se han encargado de incrementar el sentido de supervivencia.
Aparte de la abundancia de “cadenas” diarias que se brinda a la ciudadanía para convencer de las bondades que “disfruta”, no le sorprendería el “obsequio” del carnavalesco bono de más o menos 2 o 3 US$ ante el adelanto de elecciones a juro cuando -según dicen- hay millone$ patrióticamente depositado$ en bancos foráneos a favor de personajes de aquí.
Aunque la mezcla de pesimismo y desesperación, tan esparcida como los gases lagrimógenos dispensados a las manifestaciones, nos remite a Melanie Safka entonando Look what they´ve done to my song, Ma (Mira lo que le han hecho a mi canción, Ma) al parafrasearla, una íntima combinación de escepticismo y esperanza reclama Mira lo que le han hecho con mi ciudad…
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