Monseñor Moronta: “Sobre el padre Molina pesaba una investigación por abuso de menores”
En un comunicado la Diócesis de San Cristóbal explica que estaban al tanto de las acciones del cura y por ello el padre fue recluido en el Monasterio de las Carmelitas, en Rubio, como parte de su sanción
A través de un comunicado la Diócesis de San Cristóbal (Táchira) reveló que el sacerdote Jesús Manuel Rondón Molina había sido retirado de sus funciones clericales. La razón, una serie de denuncias que pesaban en su contra por abuso de menores.
“La Diócesis de San Cristóbal garantiza que no se ha encubierto ni a este ni a ningún clérigo que haya sido denunciado e investigado. El lamentable hecho nos llena de tristeza y preocupación. Pero tenemos la conciencia clara de haber obrado sin encubrimientos y de acuerdo a lo que exige la Iglesia”, explica el texto, difundido por las redes sociales y la página oficial de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
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En el comunicado también se aclara que, como parte de la sanción a Rondón, este estaba recluido en el Monasterio de las Carmelitas, en Rubio; solo podía oficiar misa en privado y además se le había prohibido el trato con menores de edad. Tal medida la había apelado el clérigo ante la Santa Sede, ya que, por parte de los entes nacionales, la sentencia era definitiva.
“A pesar de las múltiples llamadas de atención, desobedeció las órdenes y medidas cautelares puestas, según lo establecido en el derecho de la Iglesia. A quienes presentaron las denuncias nunca se les impidió que pudieran acudir al fuero civil”, reza la misiva.
La Diócesis repudió el hecho y se solidariza con todos aquellos que de una u otra manera han sido afectados por el mismo, incluyendo a los familiares de la víctima y su presunto homicida.
Sobre las denuncias relacionadas con abuso de menores por parte de clérigos, aclaran que al igual que en todas las diócesis de Venezuela, en la de San Cristóbal se han asumido las normativas de la Iglesia Universal para enfrentar estos casos, y al respecto se han realizado varias investigaciones que han culminado con sentencia firme y la dimisión de los sacerdotes.
Pidió monseñor Moronta a las autoridades el esclarecimiento de lo ocurrido, pero siempre y cuando no se valgan del suceso para fines políticos, y que tampoco se hagan generalizaciones que manchen la labor de muchos sacerdotes que cumplen fielmente la Palabra de Dios y entregan su servicio a la comunidad.
“Siempre -expone el comunicado- ha sido preocupación del obispo de San Cristóbal, y de sus más allegados cooperadores, tanto la auténtica formación integral, como el acompañamiento y vigilancia pastoral de los sacerdotes: para ello, con diversos medios se busca hacer que todos actúen de acuerdo a los principios del evangelio y con los mismos sentimientos de Jesús de Nazaret. Somos conscientes de los riesgos que corren nuestros sacerdotes que quieren ser fieles a la verdad de Jesús y de la Iglesia. La inmensa mayoría de ellos se entregan denodadamente al servicio del pueblo, al cual pertenecen. Juntos, todos, obispos, sacerdotes y laicos comprometidos con la evangelización, a pesar de las dificultades y de las fallas que puedan tener algunos, seguiremos anunciando la Palabra de la Verdad que hace libres, denunciando el pecado del mundo y construyendo el Reino de Justicia, Paz y Amor nacido en la Cruz de Cristo”.
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Con información de La Nación