Movimientos en el bullpen cubano

Leí el domingo a un caballero gringo con nombre latino, presentado como experto en asuntos latinoamericanos y cubanos, minimizando y hasta burlándose de los cambios que se vienen produciendo en Cuba. Pero no es sólo él. Hay gente que dice «Gran cosota, permitir celulares». Pues bien, esos cambios que parecen insignificantes para los habitantes de países donde los celulares, internet, entrar a los hoteles, etc., son perfectamente banales, en una sociedad como la cubana, sometida a esas carencias durante medio siglo, lo que está ocurriendo tiene un valor simbólico y político muy poderoso. Que un cubano sepa que puede entrar a un hotel al cual antes no podía acceder, precisamente por ser cubano y no extranjero, es la recuperación de un derecho y la liquidación de una discriminación odiosa. Si a eso se añade ahora la entrega de tierras ociosas del Estado a campesinos individuales, con ayuda financiera del Estado para que las hagan producir, puede decirse que en Cuba, lentamente y por ahora sobre todo en el ámbito de la supresión de lo que el propio Raúl Castro denominó «prohibiciones inútiles», se puede decir que hay movimientos en el bullpen.También en la esfera cultural, que en Cuba es muy importante, se están abriendo las compuertas. Recientemente Eusebio Leal, cronista de La Habana y responsable del rescate de la bellísima Habana Vieja, puso de pie a una asamblea que lo aplaudió con lágrimas en los ojos cuando dijera: «No hay dos Cubas. Aquí todo el mundo tiene familiares en Miami.Yo tengo dos hijos en Miami y no son ningunos traidores ni han dejado de ser cubanos». Palabras más, palabras menos, las dijo el «Duque» Hernández en el documental sobre los peloteros cubanos en las Grandes Ligas, prohibido durante años y recientemente exhibido en el festival promovido por el escritor Leonardo Padura. En fin, están pasando cosas interesantes. Ahora bien, el pueblo cubano espera mucho más y el gobierno tendrá que plantearse, así sea cautelosamente, reformas más de fondo. Hay mucha expectativa aún no satisfecha.