Mucho camisón
Simón Boccanegra
No era difícil adivinar, cuando Chacumbele nombró a Iris Varela como ministra de Asuntos Penitenciarios, que iba a fracasar. La exdiputada es buena para insultar, agredir, difamar, pero nunca ha propuesto alguna idea que valga la pena.
Su incapacidad, ignorancia, incompetencia están siendo demostradas desde que asumió el cargo. La primera ocurrencia fue aquella de no aceptar más presos en las cárceles, la idea fue tan mala que Esteban la tuvo que corregir.
La última prueba de lo que decimos acaba de ocurrir en el retén de La Planta. Resulta que ese establecimiento se encuentra sin director desde hace dos meses.
Iris no ha sido capaz de encontrar a alguien que pueda encargarse de establecer la soberanía del Estado en esa prisión. Consecuencia de ello, los reos son los que mandan. Las cosas iban mal y terminaron de echarse a perder cuando uno de los prisioneros asesinó a su pareja en una «pernocta».
Su crimen lo pagó con su vida, esas son las reglas que se imponen en las cárceles venezolanas, por mucho que la Constitución afirme que en Venezuela no hay pena de muerte. Pura paja. Por supuesto que Varela no asume su responsabilidad. En eso es igual a su jefe.
Los vecinos de esa prisión despertaron el lunes gracias a los disparos que en ella se producían. La ministra no tuvo mejor ocurrencia que sugerir que el motín era un montaje de Globovisión y una «campañita» de la oposición. Que le llamaba la atención que estuviera presente en el sitio un equipo para hacer transmisiones en directo.
Lo que no le llamó la atención a la ministra es que los presos estuvieran armados, ni tampoco parece interesarle averiguar quién o quiénes les suministran las armas.
Varela fue nombrada ministro en junio de 2011, desde esa fecha hasta diciembre de ese año fueron asesinados 223 reclusos. Lo peor es que esa cuenta se ha seguido incrementando este año. Definitivamente, le quedó grande el cargo.
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