Muere el papa emérito Benedicto XVI a sus 95 años
La Santa Sede ya había informado durante la última semana de diciembre que Benedicto XVI estaba en muy mal estado de salud y el papa Francisco incluso pidió a los feligreses una oración especial en su nombre
El Vaticano anunció la mañana de este 31 de diciembre que falleció a sus 95 años el papa emérito Benedicto XVI en el monasterio Mter Ecclesiae, donde residía desde su histórica renuncia al pontificado en el año 2013.
La capilla ardiente se hará a partir del lunes 2 de enero de 2023 en la basílica de San Pedro «para la despedida de los fieles» y los funerales se celebrarán el jueves 5, en una ceremonia presidida por el papa Francisco, según informó un portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
Justo este miércoles 28 la Santa Sede comunicó que su estado de salud había empeorado de forma repentina en las últimas horas «por el avance de la edad», pero aseguró que la situación se encontraba «bajo control». Más tarde ese mismo día el papa Francisco pidió una oración por Bennedicto XVI, tras mencionar en su audiencia matutina que la salud de su predecesor era muy débil.
“Querría pediros a todos vosotros una oración especial para el papa emérito Benedicto XVI, que en silencio está sosteniendo la Iglesia: recordadlo, está muy enfermo, pedimos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”, dijo.
«Pidamos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final», siguió en Twitter.
El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que este era como «una vela que se apaga lenta y serenamente».
Benedicto XVI, elegido papa en 2005, tras la muerte de Juan Pablo II, se convirtió en 2013 el primer pontífice en renunciar a su cargo en 600 años. Desde ese entonces decidió permanecer retirado de la vida pública, orando y estudiando en un convento dentro de la Ciudad del Vaticano, donde Francisco le visitó tras pedir la oración por él.
Su «familia» vaticana estuvo conformada por su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto «Memores Domini», que pertenece al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupaban de las necesidades del papa emérito.