Muere por coronavirus exdirector de la Escuela de Medicina de UCV
Destacado internista y reumatólogo, el doctor Isaac Abadi, muere en Miami tras haber sido contagiado en Caracas. Según sus familiares, el exjefe de la Unidad de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas y fundador de los cursos de Postgrado de Medicina Interna del extinto Ministerio de Sanidad, murió por Síndrome de Distress Respiratorio Severo, tras pedir que le trajeran las radiografías y, al verificar la gravedad de su estado, ordenó que le retiraran los respiradores y le inyectaran morfina para morir en paz
Autor: Omar Pineda
La información, ofrecida anoche por el exministro de Sanidad, Rafael Orihuela, a través de las redes sociales, conmocionó a la comunidad médica venezolana y ha servido de importante advertencia acerca de la fuerza devastadora de la pandemia del coronavirus, y que en esta ocasión acabó con la vida, a los 84 años, del doctor Isaac Abadi, exdirector de la escuela de Medicina Razetti de la UCV, tras ser contagiado en Caracas. .
El doctor Abadi –según el comunicado de la Promoción de Médicos UCV 72 /Promoción Pifano Selle 72 firmado por su coordinador, el doctor Oscar Pacheco- fue “un merideño de nacimiento y caraqueño de corazón”, egresado como médico cirujano de la Universidad de los Andes. Asimismo el doctor Pacheco destaca que Isaac Abadi fue internista y reumatólogo, además de haber ejercido la jefatura de la Unidad de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas, Jefe de la Cátedra de Clínica Médica y Terapeútica Médica de la Escuela de Medicina Luis Razetti y director de la Escuela de Medicina Luis Razetti, como también miembro fundador del Centro Nacional de Enfermedades Reumáticas y del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas.
*Lea También: Gobierno exonera pago del ISLR a personas que ingresen menos de tres salarios mínimos
Por su parte, el doctor Rafael Orihuela, exministro de Sanidad y exdirector del Instituto de Medicina Tropical de la UCV, al informar vía Twitter (@Raforih), el fallecimiento de su colega y compañero de promoción, calificó al doctor Abadi de “un gran amigo y consejero” al tiempo que destacó la condición de “eminente científico venezolano, guía y maestro de la Reumatología continental”. Orihuela recuerda que durante su gestión como ministro (1992-93), el doctor Abadi fue Presidente-Director y luego miembro principal del Consejo Asesor Nacional de la Salud en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.
La noticia del deceso del doctor Isaac Abadi fue publicada inicialmente en redes sociales por su sobrina, la doctora Lilian Abbo, jefa del servicio de Enfermedades Infecciosas del JMH, quien tuvo a su cargo la responsabilidad, junto con los médicos de UCI, del cuidado y tratamiento de su tío. En su nota textual, horas antes del fallecimiento, la doctora Abbo escribió “Mi Tío Saky se está muriendo en el MICU de mi hospital. Solito. En la unidad de Covid-19 con un drip de morfina… con un ARDS severo que no respondió ni a IL6 inhibitors, steroids o prograf. Decidió él mismo ser DNR (No resucitación) y DNI (No intubación). Su mayor preocupación es que mi tía estuviera bien y no se preocupara aunque él estaba severamente hypoxémico. Soy el único familiar que puede entrar al hospital. Además de estar a cargo de liderar todos los esfuerzos de pandemic plans y operations del sistema de salud. Todas saben lo especial que es el Dr Abadi. No solo como tío sino el médico ejemplar que siempre ha sido. Brillante hasta el final. El lunes me preguntó por su placa de tórax y ayer se volvió a descompasar”.
*Lea También: Pese a la cuarentena el régimen ha detenido a 23 personas por motivos políticos
Más adelante, al recordar que su tío fue su primer mentor, la doctora Lilian Abbo señala que su tío “fue mi primer mentor, la persona que siempre me ha empujado a cuestionar cualquier diagnóstico hasta entender la etiología en cada paciente. Fue un pionero de la medicina basada en evidencias. Siempre buscando la excelencia, el ayudar al prójimo en ir más allá que los demás por curar a cada paciente como individuo. Me enseñó que la medicina es una forma de vida y ayudar a morir a un enfermo con compasión y solamente acompañarlo en sus últimos momentos es tan importante como curar. Tengo un nudo en el corazón. Nunca podré a llegar a tener la mitad de la inteligencia o la semiología de mi tío. Solo espero que en el cielo tengan un lugar muy especial para el Dr Abadi. Aquí seguiremos luchando contra esta terrible pandemia. Y ojalá que irónicamente los infectólogos podamos conseguir rápidamente una cura con drogas reumatológicas para parar esta tragedia”.