Mujeres y migrantes entre los más afectados por crisis socioeconómica que generó la pandemia
El más reciente informe publicado por la Media Luna Roja así como la Cruz Roja Internacional, las repercusiones de la pandemia en los medios de vida perjudicaron seriamente a las mujeres. Esto puede deberse a la mayor probabilidad de que las mujeres están empleadas en sectores informales o en los sectores doméstico y turístico
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (por sus siglas en inglés IFRC), presentaron este lunes 22 de noviembre un informe sobre lo que consideran son las “devastadores” impactos socioeconómicos generados a nivel mundial por la pandemia de la covid-19.
De acuerdo a este estudio, la pandemia creó un impacto económico en cada país, sin embargo, algunos sectores se vieron más perjudicados que otros.
Tanto la Cruz Roja como la Media Luna Roja, aseguraron que “nunca podremos decir verdaderamente que esta pandemia ha terminado si no se abordan los daños socioeconómicos”.
El estudio reveló que son las mujeres, las personas en las zonas urbanas, los migrantes, las personas desplazadas y los refugiados, los grupos más afectados por esta crisis que los afectó de manera desproporcionada y que aún se mantiene.
A juicio de estas organizaciones la pandemia generó un aumento crítico del desempleo y la pobreza, así como una mayor inseguridad alimentaria. También fue el escenario propicio para que incrementara la pérdida de acceso a la educación y crear un ambiente en el que se es más vulnerable ante la violencia.
Para Francesco Rocca, presidente de la IFRC, esta investigación muestra lo que durante mucho tiempo se sospechó y es que, “los impactos secundarios de esta pandemia dañaron el tejido de nuestra sociedad y se harán sentir por años, sino décadas”.
Considera que las personas que eran vulnerables antes de la pandemia, fueron empujadas “más al margen”, y aquellas personas que antes no podían sobrevivir “se han vuelto vulnerables y necesitan apoyo humanitario por primera vez en sus vidas.
Según este estudio, se estima que en 2020 la economía mundial se contrajo aproximadamente un 3,5%. En 2020, más del 80% de las economías emergentes y las economías en desarrollo experimentaron una recesión. Se vieron especialmente castigados los países dependientes de los sectores del turismo y de los servicios, los países afectados por una transmisión considerable de la covid-19 y los países dependientes de las exportaciones de productos industriales.
“La pandemia tuvo importantes repercusiones en muchos tipos de medios de vida a nivel mundial. Condujo a la pérdida de puestos de trabajo y de ingresos, la reducción de las horas de trabajo y la dificultad para obtener insumos destinados a generar medios de vida como semillas y material agrícola, debido a las interrupciones sufridas en las cadenas de suministro o la subida de precios”, reza el informe presentado por la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Según los datos sobre los países objeto de este estudio, los trabajadores informales sin contrato laboral ni acceso a la protección social, como las prestaciones por desempleo, se vieron muy afectados por las restricciones. Los datos también indican que, en esos países, los refugiados y los migrantes trabajan principalmente en el sector informal y, a menudo, carecen de acceso a los sistemas de protección estatales, lo que contribuye a aumentar aún más su vulnerabilidad a las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de covid-19.
La pandemia también ha conllevado un retroceso en los progresos alcanzados en la reducción de la pobreza a nivel mundial. De acuerdo con una estimación efectuada en enero de 2021, hasta 124 millones de personas fueron arrastradas nuevamente a la pobreza en 2020
Desde el inicio de la pandemia, los voluntarios y el personal de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja “han curado, atendido, escuchado sistemáticamente y prestado apoyo a millones de personas. Mientras han adoptado medidas para ayudar a las comunidades a frenar la propagación del virus, han estado llevando a cabo una intervención frente a una crisis paralela”.
Grupos en situación de riesgo
Las mujeres:
Este estudio demuestra que las mujeres se vieron principalmente afectadas por la crisis socio-económica generada por la pandemia, la diferencia con respecto a los hombres fue desproporcionada.
De acuerdo con esta investigación, las repercusiones de la pandemia en los medios de vida perjudicaron seriamente a las mujeres. Esto puede deberse a la mayor probabilidad de que las mujeres están empleadas en sectores informales o en los sectores doméstico y turístico.
Según una encuesta realizada por Cruz Roja Española, entre las personas que accedieron a la asistencia de la Sociedad Nacional, el 18% de las mujeres que tenían un empleo antes de la pandemia lo habían perdido, frente al 14% de los hombres. Al mismo tiempo, en todos los países que fueron objeto de estudio, se esperaba que las mujeres siguieran prestando asistencia en sus hogares, incluida la atención a las personas infectadas por el virus de la covid-19, lo que las exponía a un mayor riesgo de contagio.
Los confinamientos y el consiguiente aislamiento social las despojaron de muchas de las protecciones con las que contaban, “exponiéndolas a la violencia sexual y de género”.
Las mujeres también sufrieron mayores repercusiones en su salud mental que los hombres. Según un estudio, el 27% de las mujeres señalaron que tenían más dificultades asociadas a su salud mental.
Habitantes de las zonas urbanas:
Este estudio reveló que, en muchos países, los habitantes de las zonas urbanas sufrieron en mayor medida las consecuencias socioeconómicas de la pandemia. Esto se debió, en parte, a la naturaleza del trabajo urbano, que a menudo se volvió insostenible, en comparación con el trabajo rural, realizado al aire libre y manteniendo un distanciamiento físico.
Los pobres de las zonas urbanas, los grupos marginados y los habitantes de los asentamientos informales desprovistos de suficiente alojamiento, atención sanitaria e infraestructura sufrieron de manera incluso más desproporcionada las consecuencias sanitarias (Asociación «Ciudades sin barrios de tugurios» 2021) y los efectos económicos subsiguientes.
En Afganistán, la tasa de pobreza en las zonas urbanas pasó del 41,6% al 45,5%, lo que indica la gran repercusión de las restricciones derivadas de la covid-19 sobre la vida en las zonas urbanas, especialmente en los hogares cuyos medios de vida dependían del trabajo por cuenta propia la manufactura, el trabajo a jornal y el pequeño comercio.
La continua llegada de personas desplazadas a los pueblos y ciudades ejerció una presión adicional sobre las zonas urbanas. En Kenia, por ejemplo, la Sociedad Nacional observó que habían surgido nuevos grupos vulnerables en los asentamientos urbanos informales. En Turquía, los habitantes de las zonas urbanas experimentaron nuevas necesidades debido a la pandemia. Entre estos cabe citar a los propietarios de negocios y a los empleados que se vieron afectados por los toques de queda.
Migrantes:
Por último, la pandemia constituyó una singular amenaza para los migrantes, los desplazados internos y los refugiados. Muchos de ellos estaban ya en situación de vulnerabilidad, a menudo, como consecuencia de la precariedad de sus medios de vida y la ausencia o la escasez de apoyo estatal, “La pandemia exacerbó estos problemas”
Según las Sociedades Nacionales (encuesta de Acaps/ Federación Internacional), los refugiados y los migrantes fueron unas de las personas más afectadas por los efectos socioeconómicos de la pandemia. Los peores efectos se sintieron en el empleo. Otras de las consecuencias señaladas fueron las restricciones de movimiento, cuya imposición hizo que las personas no pudieran acceder a los servicios, quedarán abandonadas en distintos lugares y se vieran obligadas a tratar de regresar a sus lugares de origen, además de provocar un aumento de los mecanismos de afrontamiento negativos.
En Colombia, la Cruz Roja informó de que los venezolanos se endeudaban para cubrir sus necesidades básicas. En el Líbano, la gravedad de las estrategias de afrontamiento se mantuvo estable entre abril-mayo de 2020 y agosto-septiembre de 2020 en el caso de los ciudadanos libaneses, pero empeoró en el caso de los ciudadanos sirios en ese mismo período.
Asimismo, aumentaron los niveles de endeudamiento de los refugiados sirios. Durante la realización del estudio, resultó obvio que, en este contexto, las relaciones de causa y efecto son complejas y, a menudo, poco claras. Antes de la pandemia existían ya muchas vulnerabilidades socioeconómicas, por lo que es difícil, y a veces imposible, determinar si una crisis concreta se debió a la pandemia, o simplemente se vio exacerbada o prolongada por ella.
Buscan mitigar el impacto
La Cruz Rojasy la Media Luna Roja, insisten que, pese a estas complejidades, “no cabe duda de que las repercusiones socioeconómicas de la pandemia perdurarán durante muchos años. Se tardará muchos años o incluso decenios en subsanar los daños socioeconómicos causados por la pandemia”.
Desde estas organizaciones de ayuda internacional definieron lo que consideraron “cuatro esferas fundamentales de referencia” para mitigar las desigualdades generadas a raíz de la propagación de esta enfermedad.
- La garantía de un programa de vacunación mundial y equitativo, para que todos los países puedan iniciar la recuperación socioeconómica.
- La intervención ante situaciones o consecuencias a largo plazo, como el deterioro de la salud mental, la pérdida de acceso a la educación, el matrimonio infantil y el aumento de las privaciones.
- El fomento de sociedades más justas en las que surjan nuevas formas de solidaridad y se ponga empeño en la prestación servicios públicos inclusivos como la sanidad, las instalaciones básicas y el acceso a la educación.
- La necesidad de que las organizaciones humanitarias sigan reconociendo que la covid-19 es tan solo una de las numerosas crisis intersectoriales y elabore programas de asistencia que fortalezcan la resiliencia general de las familias y comunidades vulnerables, mediante el impulso de la inversión y la participación locales.
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