Navarrete tuvo razón, por Santiago Boccanegra
Mientras el gobierno y el propio Hugo Chávez ocultaban la realidad del cáncer que aquejó al Presidente, y luego mintieron sobre la «recuperación progresiva» mientras cuadraban la sucesión, un médico dio un diagnóstico acertado y una expectativa de vida cierta.
En este periódico se publicó la carta del doctor Salvador Navarrete donde explicaba cómo y por qué había hablado a un seminario colombiano sobre el mal del mandatario.
Navarrete reveló a Milenio en octubre 2011 que Chávez padecía un sarcoma originado en el tejido del suelo de la pelvis, de «muy mal pronóstico», y que la expectativa de vida era de máximo dos años.
Por ello, Navarrete, un laureado doctor y profesor de la UCV y quien fuera médico del ahora fallecido durante algunos años fue atacado con todo el peso del Estado. Aún recordamos al Sebin en la Clínica Santa Sofía y su obligada salida del país, dejando atrás una carrera brillante.
Hasta la ministra de Salud Eugenia Sader lo descalificó como profesional. Pero Navarrete dijo cosas ciertas, algo que el Gobierno no ha querido admitir manteniendo al pueblo ignorante de la enfermedad que acabó con su representante electo.
«Me preocupa que el Presidente y su entorno político no conozcan la magnitud de su enfermedad puesto que ha sido manejado con un completo hermetismo. Las consecuencias de un desenlace fatal y la importancia que tenía informar tanto a su organización como a los grupos que lo apoyan, al igual que a los grupos políticos que lo adversan, fueron las razones que me llevaron a abordar este delicado asunto», decía entonces el médico y agregaba «no soy un traidor a la Patria, la Patria no es el Presidente, la Patria somos todos».
Ahora, año y medio después, tenemos un Presidente fallecido, un médico aún en el exilio con el vilipendio encima, un secretismo sobre la enfermedad del mandatario y la causa de su muerte, y muchas preguntas por responder. Navarrete tenía razón, y por eso lo reivindicamos como profesional y lamentamos que aún el Estado lo vea como un objetivo.
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