Ni chavismo, ni madurismo ni la MUD-G4-Interinato querían revocatorio, por Ángel Monagas
Twitter e Instagram: @AngelMonagas
El evento que recientemente terminó, tenía varios propósitos.
Un primer objetivo, manipulado y utilizado por el régimen para señalar como victoria lo que no lo es: No hubo firmas suficientes para revocar a Nicolás Maduro. El “Madurismo” jugó a no impedir el evento sino a dificultar su resultado. El Madurismo logra una ilusoria victoria, porque nunca hubo un revocatorio. Un teatro de lo absurdo.
Maduro no desmaya en su esfuerzo por aparentar un sistema donde se respeta la voluntad popular. Mañana lo gritará. El madurismo tiene pleno conocimiento de los niveles altísimos en su contra. También está consciente de las complicidades, del fraccionamiento, de la auténtica y de la falsa oposición política.
Un segundo propósito fue el de los llamados “organizados” para promover el revocatorio presidencial. Ellos sabían que Maduro no les iba a regular la posibilidad de que lo revocaran. Mucho más, cuando ellos en su gran mayoría son parte del chavismo, quienes ahora creen poder sacudir su responsabilidad, emprendiendo contra Nicolás.
Ellos, el llamado “chavismo ortodoxo” conocen el “monstruo por dentro”. Realmente ellos, chavistas, leninistas, marxistas, comunistas, castristas, intentan reconstruir una plataforma con fines electorales en 2024.
Triste el papel que en este grupo prestaron algunos políticos muy desgastados, devaluados y desactualizados de la realidad política. Perdieron la “viveza” y ya no tienen color, ni negro ni marrón.
Un tercer bando, juega al 2024, pacta con Nicolás y guarda silencio ante temas que reclaman opinión y postura política. Nunca se pronunciaron a favor o en contra del referendo. En sus últimas apariciones no contrarían a Maduro, al cual reconocen como Presidente de Venezuela, que puede ser cierto pero otra cosa dicen cuando viajan al exterior. Igual aplaudieron las críticas de Nicolás contra el bloqueo, contra las sanciones y se solidarizaron por su cese. Repito, podemos coincidir. El asunto es la incoherencia de este grupo de los 4 Gobernadores opositores, más el alcalde de Maracaibo en representación de PJ. El pueblo votó por ellos no para dar “becas”, ni pintar calles, o simplemente recoger la basura.
La gente aspira a resolver el tema del agua, de la inseguridad, de la gasolina, de la electricidad y de la inflación. Si ellos sabían que no podían pecaron por ofrecer soluciones que no aparecen. Quejarse y denunciar que no encontraron nada no es válido.
Un cuarto grupo, fundamentado y sostenido en el Gobierno autocalificado “interino y gobierno”, avanza y retrocede. En un confuso verbo, no es fácil determinar su postura. Perdió la representación popular. No genera pasiones. No es reconocido a lo interior de la nación y para aumentar sus errores, no dice nada sobre los presos políticos y otros temas de índole popular.
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Un quinto grupo, quizá muy disminuido, no cree en la opción electoral para poner fin al desastre de estos 23 años.
Y por último, en sexto lugar, los que no ven salida política a su crisis y prefieren emigrar, a pesar del riesgo que a su juicio es mayor quedándose en Venezuela.
Los primeros cuatro juegan al escenario electoral del 2024.
Contradictoriamente soslayan la situación política de ventajismo y de abuso de poder de Maduro y compañía.
Dentro de estos, una parte lo hace de buena fe. Creen que los votos contra Maduro existen. Los otros, juegan a seguir manejando el poder como oposición. Reciben dádivas, beneficios.
Muchos de ellos, harán lo que sea posible para asumir la candidatura presidencial de la MUD-G4.
El referendo revocatorio, no fue concebido. No nació porque nunca formó parte de las estrategias para hacerlo vigente.
La única ventaja para el 2024 es la guerra interna en el chavismo. Maduro se coronó. Mató el legado si alguna vez lo hubo. Mató a Diosdado, a los Chávez y a la infanta. Queda con vida Lacava. Con su locuacidad característica es difícil prever sus próximos pasos.
Podemos afirmar, con base a estos escenarios, todos sustentados en declaraciones, discursos y notas de prensa de los poquitos partidos que existen, de los líderes que ganaron elecciones, etcétera, que la pelea por la candidatura será una Guerra a Muerte.
Manuel Rosales, Capriles, López, Duque, Juan Pablo Guanipa, Leocenis, son algunos de los nombres. María Corina para dar ese paso necesita romper lo dicho y creo que ella es una de las pocas coherente en política.
Mientras la izquierda sigue avanzando. Rusia posicionando y los chinos haciendo de las suyas con nuestras riquezas.