Nicolás se debate en un pasado que lo persigue, por Ángel Monagas
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Conocidos son los casos del exministro de Estado para la banca pública, Eugenio Vásquez Orellana, hombre de confianza del exgobernador de Apure y entonces vicepresidente, Ramón Carrizales; de la exdiputada del ala de Diosdado Cabello, Iroshima Bravo, y del propio almirante Carlos Aniasi Turchio, que apareció en Estados Unidos aun después de que Walid Makled –el tercero en una lista de narcos solicitados en 2010 por la Casa Blanca– lo denunciara en televisión como parte de las autoridades que compró para delinquir.
Y aquí menciona a Eugenio Vásquez Orellana a Makled…
Por ejemplo, revisando lo ocurrido en Bielorrusia, nadie sabe que lo que pasó allí, es que Chávez tenía una relación íntima con una agente (no sé si doble agente) de inteligencia bielorrusa. El hombre disfrutaba las charlas en donde ella le narraba los vericuetos de la política de Europa oriental, de la que Chávez no tenía ni la más mínima idea. Irina se llamaba, si es que ese era en verdad su nombre.
Qué le pasa a Nicolás
Ahora vamos a Maduro. Ha pasado algún tiempo desde que no se le veía presionado. Ese es el mismo que vocifera elecciones mañana o el año que viene.
En el Cesppa, la sala situacional, tiene etiquetadas todas las amenazas contra el régimen. Personas, organizaciones. Allí los colocan en un mapa donde están ubicados. Los analistas del Cesppa están divididos en varias coordinaciones. Les voy a hablar de dos.
La de los informantes de campo (espías y cuasiespías) que están regados en todo el continente y en los países de interés (España, Marruecos, Gran Bretaña, Francia, Italia, entre otros).
La del seguimiento comunicacional: revisan la prensa, redes sociales, medios digitales de comunicación. Ubican artículos, informes, todo lo que guarde relación con el régimen. En ese mapa postean información con un grado de relevancia de 1 a 7. Allí aparecemos todos, incluidos los que estamos fuera de Venezuela. En ese mapa hay dos divisiones: nacional e internacional.
Cuando una línea de nueva información se abre, ellos la etiquetan. Si es relevante preparan un resumen ejecutivo que se le entrega diariamente a Nicolás Maduro, con copia a Cilia, que es la que meticulosamente lo lee.
Una nueva línea de información es aquella que se diferencia de la corriente informativa que prevalece en un momento determinado. Y allí entra a funcionar el equipo de gestión de los procesos de información. El Cesppa recomienda si es necesario matizar una línea de información, neutralizar o desbalancear la misma.
¿Qué está pasando con el caso Tareck? Ya sabemos que había la necesidad de crear un escándalo para justificar frente a Hezbollah. Pero el evento ha tenido un impacto inmensurable.
Trataron de abrir la línea de Rafael Ramírez. Y vieron… testigo estrella como que se estrelló o se montó en el mismo autobús de Isaías Rodríguez.
Entonces, sale lo de la Corte Internacional de Justicia. Y ya sabemos que es lo que permite que tenga menos intensidad comunicacional lo de Tareck. Se observa la actitud general de los medios de información, no son capaces de equiparar ambas situaciones comunicacionalmente. Pienso, con tristeza, que no sienten el Esequibo, por ejemplo, como algo propio y defendible. De alguna manera, ese tema está mediáticamente amortizado.
Para las operaciones internacionales de estas células violentas hay un coordinador que le reporta directamente a Nicolás Maduro. Su nombre clave es Aramaipuro Guerrero.
Nicolás no duerme pensando en la CPI.
Cuba y su Mamerto. Venezuela no tiene cómo suministrar gasolina y es un asunto de la cooperación con Irán. ¿Estarán esperando que Chevron produzca gasolina para enviar a Cuba? Cierto. Todavía es muy poca la producción.
Ellos (el régimen cubano) no tienen problema en paliar la falta de gasolina. Su objetivo es mucho mayor. Un obstáculo se les presenta.
¿Cuál es el papel fundamental de Diosdado?
Diosdado es el menor de los problemas. Él forma parte de la solución. En cambio, Jorge Rodríguez está desvariando. No niego la peligrosidad de Jorge. Está, como dice el refrán, «…una pelea de machetes dentro de un ascensor». El que esté cerca al menos un arañazo recibe. Las cosas no le salen y tiene que volver a la vieja receta
Cuando Maduro asumió la Presidencia, una vez que se supo que Chávez murió, los rusos y los chinos desconfiaban de la situación. El poder real lo tenía, en ese momento, Diosdado Cabello al 100%. Viajó a Cuba invitado porque deseaban llegar a un acuerdo con él.
Y el acuerdo fue así: tres años para Maduro, tres para Diosdado. La cuenta no es exacta. Le aseguraron que en tres años Maduro renunciaría y él asumiría la Presidencia, bien fuera desde la Vicepresidencia, bien desde la Asamblea Nacional.
Después de ese acuerdo, el hombre de El Furrial viaja a China para asegurar la continuidad política y tranquilizar a los chinos. Luego viajó a Rusia. En estos viajes manifestó el acuerdo secreto. Entonces, Diosdado aparece señalado por narcotráfico en los Estados Unidos.
¿Y adivinen quiénes montaron todo el tinglado? Los cubanos.
El G-2 le muestra un dossier a Diosdado de todo lo que sacarían a la luz. Le dicen que el acuerdo no se puede cumplir porque perjudica el proyecto de Chávez. Diosdado insiste, en su círculo privado, que todo es un montaje, según él, porque no comulga con el narcotráfico.
Se cumple la premisa: Diosdado es parte de la solución, no es el problema.
Estas conversaciones se dieron en el marco de la Agenda de Crisis para Venezuela.
El punto es que los militares estaban negados a estar bajo el mando de Juan Guaidó. Básicamente calificaron a esta figura como un títere de república bananera. Nunca cedieron. Por eso no llegaron a ningún acercamiento real. Diosdado asumiría la Presidencia.
Esto de la Agenda de Crisis lo habían tomado tan serio en el gobierno interino que Sergio Vergara era Alto Comisionado para la Crisis. Y J.J. Rendón era el Alto Comisionado de Estrategia General para la Crisis. Con esos «títulos» estos personajes firmaron el contrato con el mercenario Goudreau.
Diosdado tira de pulso, pero es un mensaje a García. No le gusta lo de Petro. Tampoco a mí, les confieso…
Si los norteamericanos están negociando con los cubanos, Diosdado manda el mensaje de que deben contar con él. El mensaje es para los norteamericanos. Los negociadores ya lo contactaron. Envió la respuesta. Así de simple. No tiene el poder del 2013, pero tiene la llave de la gobernabilidad. No lo duden.
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La situación de Nicolás
Maduro sin Tareck tiene mermado su poder, él fue su piso. Le permitió consolidar un contrapeso a Diosdado y facilitó a Maduro cambiar la balanza del poder a su favor, debilitando al mencionado. Gracias a las relaciones de El Aissami, Maduro pudo incumplir lo pactado con el hombre del mazo.
Los Rodríguez no tienen, por más que intenten, el poder de Tareck. Pero Jorge, repito, es un mono con hojilla. Y frente a Delcy, Diosdado sigue siendo indudablemente el poder real en el PSUV. Delcy trató de montar su movimiento Somos Venezuela para tener una herramienta electoral. Delcy en el PSUV es una piltrafa. Diosdado le dio su parada a Delcy y a su movimiento electoral.
Maduro no es igual de poderoso sin Tareck. Jugada clave, y riesgosa, de los cubanos, quienes son los autores intelectuales de la salida del sirio-libanés. Estos no tienen más salida que seguir negociando con EEUU.
¿Habrá venganza de Tareck? Lo de Lechería fue un primer mensaje claro. Delcy reforzó su seguridad.
Mientras, seguiremos viendo los mensajes que todos los miércoles llegan vía mazo. Diosdado reclama porque cuando el PSUV se mostró débil, después de la muerte de Chávez, él recorrió el país, dando aliento a la base, a los dirigentes. Mucho más después del 2015.
Comunicacionalmente, Diosdado tiene un excelente equipo que dirige el periodista de VTV Hernán Canorea. En lo político ha sufrido bajas y por ello intenta marcar territorio. Jorge y Nicolás se adelantaron, eso sí, cuidado. De aquí a las elecciones puede haber sorpresas hasta en la candidatura que todos ven segura, como es la de Maduro.
El problema es que el candidato natural del chavismo pudiera resultar otro, dependiendo los logros de los cubanos castristas. México aún se ve lejos y las presidenciales se ven muy cerca.
Nadie puede estar seguro, aunque las probabilidades indiquen otra cosa. Ni María Corina gana las primarias (hoy la veo triunfante) y tampoco en un 100% que Maduro sea el candidato. Incluso pueden ganar y después salir del poder…esa es otra historia. Se me acabó el espacio.
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